-¿Está muerto?Pudo imaginar su propia voz. Desolada, con el fuerte nudo en su garganta haciéndola apenas más grave y hueca, perdida entre los largos pasillos y las cuatro personas que rodeaban la camilla donde se lo estaban llevando a su hermano.
Clint lo siguió y en ese momento su convicción le dijo que lo seguiría siempre, pues no podía hacer otra cosa.
-¿Está muerto? -insistió atemorizado y la doctora que le respondió habló muy rápido y volteó su cabeza enseguida, no llegó a leerle los labios.
Le pesaba el cuerpo entero. El piso parecía arena y a cada paso que daba se hundía más y más. Esa punzada filosa y pertinaz en su pecho podría ser un ataque cardíaco o simplemente los estragos del miedo a la pérdida.
Apresurado, siguió por atrás al cuerpo médico que recibió a su hermano ni bien puso un pie en la guardia. Cuando la camilla cruzó la puerta a Clint no le dejaron pasar. Rogó, pero la enfermera se había puesto muy firme. Le señaló la sala de espera y entendió que le dijo que pronto un doctor lo iba a revisar, pero a Clint no le importa su integridad en ese momento, le importaba la vida de su hermano y no se quería separar de él.
La expectación, la sensación de estar parado en la nada misma fue lo primero. Se sintió horriblemente solo, era una soledad que casi se le hacía tangible y tomaba forma de lo que más temía. Entonces la vio a Kate. Estaba parada a su lado y la preocupación en sus ojos la hizo percibirla más joven, más niña. Le brillaban los ojos, su rostro era una mueca de angustia perpetua.
-[Fue mi culpa] -le dijo y una lágrima le estaba amagando con salir-. [No lo vi venir. Apareció de la nada, ni me dio tiempo. Me iban a disparar a mí pero tu hermano se interpuso. Lo siento, lo siento, no te...]
No pudo hacer más nada que abrazarla y que esa angustia también lo empapara a él. Tal vez así quitaría la de ella.
No se dio cuenta que la estaba apretando un poco fuerte en su afán de contenerla. También, inconscientemente, lo hacía porque en esa turbulencia que se convirtió su vida Kate Bishop era su único sostén, era estabilidad. La arquera era la mano que lo sostenía para que la tierra no se lo tragara entero.
-Está bien, está bien -le dijo, con la voz calma y acogedora-. No estoy enojado, estoy agradecido. Gracias por salvarme, por salvarnos.
Kate se despegó apenas de él y entendió que le dijo algo como "pero no fue suficiente, no los pude proteger a ambos."
-Nos salvaste, Kate -aseveró, y lo dijo con tal firmeza que no permitía contradicciones-. Eres mi heroína.
Recibió como respuesta una media sonrisa y otro abrazo. Cuando se alejó no vio el alivio que le hubiera gustado ver en ella. Kate lo miró por un instante y la indecisión reflejado en su rostro le anticipó que le iba a preguntar algo. Y lo hizo. Movió sus manos despacio, le hizo señas claras.
-[¿Quién era ese hombre?]
Ese hombre. Se tardó tres segundos en darse cuenta que en realidad no tenía los recuerdos de esa época tan borroneados en su mente. Se le vino un sinfín de imágenes a la memoria, con todas ellas podría elaborar una respuesta completa, podría decirle tantas cosas, contarle una historia eterna... ¿qué tanto le había contado a Kate de su vida?
No era todo tan simple.
-Un amigo -respondió.
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-¿Un hermano?
Barney volteó su cabeza para mirar de reojo al rubio. Clint, que le sostenía las herramientas en la mano, se encontró con pura incredulidad en las facciones del mayor. ¿Por qué Barney había reaccionado como si hubiera dicho una barbaridad?
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EL FIN DEL SILENCIO - clintasha
Фанфик[fanfic clintasha] Luego de un accidente confuso, la vida del arquero comienza a desmoronarse. [itsa ene 22 - jun 24]