Capítulo 29: Confesiones intrigantes

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-Venga, a dentro.- Dijiste a Enid, Xavier y Miércoles, una vez en Nunca Más.

Decidisteis no decir nada a Larissa, solo empeoraríais las cosas. Recorristeis los pasillos en silencio, donde al final de las escaleras os esperaba una pequeña sorpresa. Larissa estaba de brazos cruzados al final de éstas, con una mirada que daba miedo.

-¿Qué es lo que está pasando aquí? ¿Se puede saber de dónde venís vosotros?- Preguntó con una voz demasiado seria.

Os mirasteis brevemente. Cerraste los ojos al ver cómo tu plan de ocultar lo ocurrido había fracasado incluso antes de empezar.

-Habéis ignorado completamente el confinamiento.- Continuó.

-Ha sido culpa de Miércoles.- Dijo Enid. Verdaderamente estaba enfadada con su compañera. Larissa arqueó las cejas hacia la morena.

-Por qué no me sorprende...- Suspiró.

Miércoles apretó los puños pero se mantuvo callada.

-Ella nos ha llevado a la mansión de los Gates, y casi morimos por su culpa.- Siguió contando.

-¿Cómo que casi morís? ¿Qué se os ha perdido allí a vosotras?

-Miércoles quería investigar sobre el asunto del monstruo y me engañó para que la acompañara. Suerte que la Srta. Weems y la Srta. Thornhill estaban allí, porque el monstruo apareció, y casi nos mata a todos.

Tras decir eso, Marilyn y tú os removisteis en el sitio, empezando a poneros más nerviosas. Lógicamente la mirada de tu tía se posó directamente en vosotras dos.

-¿Qué hacíais allí vosotras dos?- Preguntó entrecerrando los ojos.

-La casa es mía. La compré yo hace un año, Larissa. Habíamos ido a comprobar que todo estaba en orden.- Explicó la pelirroja.

Larissa abrió mucho los ojos, inclinando la cabeza.

-¿Es tuya? Menuda sorpresa.- Dijo incrédula. Marilyn asintió avergonzada. –Quizás vosotras me podáis explicar mejor lo que ha pasado.

-Bueno, a ver. Estábamos en la casa...- Empezaste tú, optando por la vía sincera. –Y entraron Miércoles y Enid.- Tú tía asentía, interesada. –Obviamente se llevaron una buena bronca y nos íbamos a ir, cuando el monstruo apareció. Intentamos huir de él, y es cierto que casi no lo contamos, pero logramos escapar por una ventana.

Omitiste el pequeño detalle de Tyler y su Hyde interior. Eso lo dejarías para cuando supieras de qué iba todo eso.

-¿Eso es todo?

-Eso es todo.- Respondisteis a la vez Marilyn y tú.

-Señorito Thorpe...- Dijo Larissa, ahora dirigiéndose a Xavier.- ¿Y tú qué hacías allí?

-Yo fui a buscarlas, tenía un mal presentimiento.- Dijo con la cabeza gacha.

Larissa resopló, mirando al techo.

-A vuestras habitaciones, ya.- Ordenó.

Los tres se movieron, subiendo por las escaleras.

-Tú no, Miércoles.- Dijo con una falsa sonrisa. La morena se paró en seco, sabiendo que para ella nada de esto había terminado. –No sólo has violado el toque de queda, si no que además has puesto en peligro la vida de dos profesoras y dos compañeros tuyos.

-Ellas dos se pusieron en peligro ellas solas.- Dijo, señalándoos a vosotras.

-Ellas son adultas, Addams. Vosotros no, y estáis bajo mi responsabilidad.

Las cenizas de un corazón rotoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora