Cortes unidos [Libro #1]

Capitulo 2

Valerie.

―Valerie, despierta ya, debes ir a la universidad ―los molestos gritos de mi padre afuera de mi habitación me despiertan, siempre la misma mierda.

―¡Que te jodan! ―grito y coloco mi almohada encima de mi cabeza para evitar escucharlo.

―¡Valerie! ―grita mi padre nuevamente acompañado de un golpe contra la puerta—. El dinero que he gastado pagando tu universidad no me lo gano fácil no creas que dejaré que lo desperdicies de esa manera ―aun no entiendo por que mis padres no me abandonaron en el primer callejón que encontraron, parecía que fuera una molestia para ellos.

―¡A ti solo te importa tu jodido dinero! ―¿Por que no me dejaba en paz? Hubo unos segundo de total silencio, luego un fuerte golpe contra la pared seguidos de unos pasos que bajaban por la escalera, ¡Ja! he ganado, me regocijo en mi cama por la nueva victoria antes de levantarme y afrontar un nuevo día de mierda, como todos.

Ducha, vestir, ordenar e irme, ¡Oh! y si no pasaba por alto, desayunar, aquella rutina por muchos años ¿Cuantos mas habría de soportar? Un suéter gris largo, un jean y unos converse , la vestimenta perfecta para hoy. Un día de otoño algo frío, las calles desbordantes de personas que transitan por ellas, saco mi pequeño reproductor de música, conecto los audífonos, doy play a "BVB - Set the world on fire" la música aleja el sonido de la gran ciudad, y así comienza mi nuevo día.

Busco un taxi que me lleve rápido a la universidad, veo uno acercándose a la acera por la que voy caminando, camino rápido para alcanzarlo, pero un chico, apuesto por cierto, me gana el taxi «¡Mierda!» Camino unas calles mas en busca de otro taxi, en estos momentos agradezco usar converse y no zapatos con tacones como la mayoría de chicas de mi edad. Luego de caminar varias calles veo un taxi a unos metros delate de mi que se detiene y deja una señora, en se momento vibra mi móvil pero no hay tiempo para detenerme a ver quien era, corrí lo más rápido que pude hasta alcanzar el taxi.

―Perdón por entrar de esta manera ―me disculpo con el conductor cuando entro―. Llevo varios minutos buscando un taxi libre pero en esta ciudad todo es muy competido ―retiro uno de mis audífonos y le bajo el volumen a la música «Justo cuando sonaba Saviour».

―Tranquila señorita ¿A donde desea ir? ―«A un lugar donde pueda escapar de esta maldita rutina»

―A la Escuela de leyes de la universidad de Columbia ―estudiaba Derecho en la universidad de Columbia en la sede de leyes, quedaba a unas calles de la sede principal, a la cual solo había ido el día de la inscripción a la universidad y el primer día de clases a recoger mi horario. 

―Esta bien allá vamos― el conductor pone en marcha el taxi saco mi móvil y veo que ha llegado un mensaje [Christian] mi querido novio me había escrito.

Para: Valerie.

De: Christian."Buenos días princesa, ya deseo verte hoy en la universidad ¿Ya vienes?"

Llevaba varios años saliendo con Christian estudiábamos lo mismo, nos conocimos el primer día, chicos nuevos en una gran universidad y totalmente perdidos necesitaban al menos alguien para no estar tan solos, se dieron las cosas después de un tiempo y nos hicimos pareja continuamos incluso cuando estuve apunto de salir expulsada de la universidad, el había sido un gran apoyo para mi, mi vida no era la mejor, peleas familiares, inconformidades conmigo misma, soledad y mas cosas me habían afectado demasiado había pasado ya por mucho, desde psicólogos chismosos hasta sacerdotes y pastores estúpidos, pero Christian llego de un momento a otro a mi vida, no me aparto de su lado, me ayudo mucho con todo había encontrado un gran apoyo en el pero últimamente todo se estaba yendo por un gran abismo, salidas con otras chicas, fotos un poco comprometedoras y maneras de tratar a una de sus "amigas" me traían sospechando desde hace tiempo, pero como todos los jodidos y mentirosos hombres el negaba todo cuando se lo pregunta y yo como una imbécil seguía detrás de él aunque me lastimara.