Cortes unidos [Libro #1]

Cápitulo 4.5

Nota de Autor

Antes de empezar a leer, quiero que entiendan que este capitulo es la continuación del capitulo anterior, o sea es narrado por Valerie, lo mas seguro es que sea corto y que el próximo capitulo Lo publique pronto.

Gracias por ser pacientes y por leer

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Con la cuchilla en mi mano dejo caerme de rodillas al suelo, agotada de todo, la música llenaba mi habitación, junto a ella miles de recuerdos llegaban, momentos con él, las palabras de él, todo esos años que habíamos estado juntos, los recuerdos se mezclan y vienen a mí las imágenes de este día tan mierda «Mentiras» eso era lo que eran las palabras de él, todo aquello que me había prometido lo había incumplido ¿Tan poco era lo que yo le daba? ¿No era lo suficiente para él? Siento como en mi pecho mis latidos se aceleran, ante el frió borde cortante de la cuchilla en mi muñeca ¿Bastaría uno? Mi mano sin temblar coge la cuchilla con firmeza dispuesta a darle fin a mi vida.

―Valerie ¿Estas en casa? ―escucho a mi padre preguntar desde la sala ¿Por qué tuvo que llegar en este momento―. Valerie ¿Estas en casa? ―escucho como sube las escaleras para llegar a mi habitación, dejo la cuchilla en el suelo y me levanto.

―Estoy en mi habitación, estaba dándome una ducha ―los pasos de mi padre se detienen en la entrada al escucharme.

―Baja cuando termines, y bájale a tu música.

―Claro papá ―o le bajaría a nada, fui hasta el equipo de sonido, subí a tope el volumen y di vueltas alrededor de mi cama, tropecé y caí, quede boca arriba pensando en todo, mi animo mejoro un poco por el efecto de la música ¿Por qué? Esa era la pregunta ¿Todo era mentira? Era algo que le debía preguntar a él ¿Volvería a ser capaz de verle la cara sin llorar?

―Valerie ¿Qué te dije? ―grita mi padre seguido de unos golpes contra la puerta

―Que eres un jodido fastidio ―contesto.

―¿Qué dijiste? ―qué suerte la mía, no escucho.

―¿Yo que te dije? Me estoy arreglando ya bajo ―«Bajas más rápido por la ventana llegas directo a la calle»

―Okey ―se retira de la puerta y vuelve a dejarme en paz

No me quedaba de otra si no mas que bajar, me levanto del suelo y voy en busca de ropa que ponerme, busco ropa en el armario, mi habitación era mi propio mundo, con mis posters de mis amadas bandas en las pared negra donde la cabecera de mi cama estaba, al lado derecho de mi cama estaba el equipo de sonido y al otro lado mi mesa de noche, en la pared paralela a esa, estaba mi armario, junto a la puerta del baño y al lado de esta un espejo grande que poco usaba, al lado del equipo de sonido, estaba mi pequeña biblioteca con libros y CD's junto a una pequeña mesa, una silla y una lámpara larga de piso era raro sentarme a leer algo, pero me gustaba estar en la silla y a veces escribir lo miserable que me sentía, seguido a esto la puerta de escape de mi mundo, llena de posters, frases, cartas y al otro lado, mi gran ventana ,donde me sentaba durante horas a ver la lluvia caer.

Tome lo primero que encontré en mi armario, otro suéter gris como el de esta mañana, aunque un poco más largo, un jean y volví a ponerme mis converse, verifico mi estado corporal frente al espejo, los moretones ya no eran tan notorios pero aún se podían distinguir a pesar de mi tez trigueña, -bien es hora de usar un poco de maquillaje- aplico un poco de base por mi rostro para evitar que se notaran muchos los moretones, el resto de mi cuerpo no era visible por lo tanto estaba segura que nadie notaria lo que ocultaba, reviso mi rostro con el maquillaje y parece que no me hubiera pateado una perra, cojo mi móvil que estaba en la cama y salgo de mi habitación.