Continuación Capitulo 25

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El cuerpo de Abby estaba en el suelo, con una herida grave en su abdomen, mientras tanto, Valerie estaba en los brazos del asesino, ella mantenía su cara apoyada en el hombro de él mientras que uno de los brazos de ese hombre la rodeaba.

—¿¡Quién mierda eres!? —grito.

El hombre sin levantar la vista de Valerie suelta una fuerte carcajada y deja caer el cuerpo de Valerie al suelo. Hay sangre en la mano con la que sostiene el cuchillo. Aprieto mis puños y sin importarme una mierda quien sea, me lanzó hacia él.

Mi puño que tenía como objetivo su asqueroso rostro no llega, el gilipollas se mueve rápidamente evitándolo y clavando su cuchillo en uno de mis costados. La profunda puñalada tiñe mi ropa de ese color rojo que había visto muchas veces.

—Esto es insignificante —digo riéndome mientras con mi mano trato de parar la hemorragia.

Él vuelve a soltar una carcajada.

—Verdad, para alguien como tú no es nada —esa voz, la conocía—. Después de todo eres el pequeño asesino de Alaska.

Esa voz, era Christian.

—Así que eras tú el asesino Christian.

—Al fin me recuerdas Jenderick —¿¡Cómo sabe eso!?—. Tuve que estar bastante tiempo recordando donde es que te había visto, pero por suerte aún tenía fotos viejas, y vi tú asqueroso rostro en una de ellas y te recordé, pequeño asesino.

Pequeño asesino, su voz era distinta a cuando éramos pequeños, pero aquellas palabras eran características de él. Su apariencia había cambiado mucho con los años, por esto no lo recordaba, hasta ahora.

Christian era el chico que había comenzado a divulgar mi pecado infantil, al ser un chico algo alejado de los demás buscaba siempre un poco de atención, aquel día que la noticia salió en los periódicos y al saber que las víctimas eran mis tíos, se encargó de contarle a todos sobre su hipótesis. Que luego yo mismo confirme, algo estúpido, pero estaba harto de ello.

Luego él por su chisme, alejo a todos de mi lado, excepto a Megumi, empezó a tomarme odio, cruzaba malas miradas conmigo, e incluso asusto a Megumi tratando de alejarla de mí, sin embargo no pudo. El chico acogió odio hacia mí, porque a pesar de sus esfuerzos siempre tuve a alguien a mi lado, mientras tanto él quedaba solo muchas veces, a pesar de que tratará de hacer amigos.

Luego de que mi madre llego deje de ir a la escuela y no supe más de él, jamás creí encontrármelo, tampoco llegue a pensar que fue el asesino del padre de Valerie.

—En serio que nunca pensé que tú te entrometieras en mi vida de nuevo, y me quitarás a la chica que tanto amaba —dijo con un tono psicópata—. La amaba tanto, pero tú llegaste y como siempre obtienes todo lo que deseas, siempre tienes amigos, chicas y yo me quedo solo.

Su voz temblaba, como si sufriera al decir esas palabras, pero a la vez se mezclaban con un intento de risa desquiciada «¿Te recuerda a alguien?»

—Te equivocas también sé que es estar solo.

—¡Calla! No lo sabes siempre has tenido a alguien —exclama desesperado mientras pone sus manos en su cabeza—. Y yo —sus palabras vacilan—. Y yo siempre he estado solo, hasta hoy.

Levanta su cabeza y me mira fijamente con sus ojos llenos de ira, frustración, tristeza. Eran un sin fin de sentimientos, todos acumulados durante años y liberados de un solo golpe. Noto cómo tensa sus músculos preparándose para su próximo movimiento.

—Te mataré aquí mismo, al igual que lo hice con aquel estúpido anciano y luego, me quedaré con Valerie.

Mueve el cuchillo hacia mí, trato de retroceder pero la herida duele al intentar moverme, quedo de rodillas en el suelo, y logra clavar nuevamente su cuchillo en mi cuerpo, esta vez en mi abdomen.

Cortes unidos [Libro #1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora