Capitulo 21

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―Jack despierta― siento las manos de Thomas en mis hombros mientras me mueve levemente ―Jack ¿Estas bien?
―Todo se fue a la mierda Thomas― le digo mientras me giro y le doy la espalda.
―Y que no querías a nadie ¿Verdad?
―Me di cuenta tarde, como siempre.
―O simplemente no lo querías aceptar― añade a Thomas a mis palabras.
―Tu más que nadie sabe lo que pase, y no quiero volver a sentir eso, no quiero volver a pasar por lo mismo― y sentirme así de destrozado como la última vez.
―Pero date cuenta de cómo estas ahora ¿Estas mejor?
―No pero..
―Sin peros Jack, no te arrepientas de nada de lo que hiciste, ya paso, es hora de mirar al horizonte, te esperan más cosas, y si ella se fue, alguien más vendrá―fuertes palabras, pero reales ―Así que levántate de esta cama, tengo comida recién hecha, no me la dejes desperdiciar.
―Como siempre Thomas tus palabras son acertadas pero ahora no quiero nada más que dormir― contesto, pero contradiciendo a mis palabras, mi estómago hace ruidos.
―Estas hambriento Jack, levántate, te espero en la cocina―escucho como Thomas sale del cuarto, yo me acomodo mejor en la cama y cierro mis ojos.

Si se define la libertad como la capacidad de uno decidir lo que uno quiere hacer, pues dicha libertad no existe, estaremos ligados desde nuestro nacimiento a necesidades naturales, así es, por más que quisiera quedarme en cama, el hambre estaba ganando este round -¡Maldita sea!- me levanto de la cama y salgo hacia la sala Thomas estaba en la barra de la cocina, con medio sándwich en su boca y una lata de Red Bull al lado de su laptop, a pesar de tener su mirada en su laptop se da cuenta de mi presencia, me mira y con la cabeza hace un gesto indicando hacia el interior de la cocina, asiento y él vuelve su vista a la pantalla, yo me muevo hacia dentro de la cocina, sobre la isla visualizo un plato de comida y su aroma pronto llegaba a mi nariz, la boca se me hizo agua e inmediatamente me senté a comer.

―Sera tu desayuno, almuerzo y cena― dice masticando un trozo de su sándwich.
―¿Cómo? ― miro hacia la ventana y las cortinas ya estaban pasadas y las luces estaban encendidas, no me había fijado de que ya estaba de noche ―¿Qué hora es?
―Casi media noche― un como de mi comida sigue la vía equivocada y me atoro.
―¿Qué haces aquí entonces?
―Tu madre me llamo al salir de la universidad, dijo que viniera a verte, lo iba hacer apenas saliera de la universidad, pero mi madre me llamo y me pidió que llevara a mi hermana a unas clases en la tarde, así que fui directamente a mi casa, lleve a mi hermana a las clases y me quede con ella, luego tuve que ir de compras, al llegar a casa Martina estaba aparcada al frente, me pidió que le ayudara con unos trabajos, no me negué, al fin y al cabo eres grande Jack y sabía que te cuidarías bien, termine de ayudarla a eso de las diez de la noche, pensé que no tenías nada en tu casa de comida, comida sana por supuesto, así que tome algunas cosas de casa y me vine, te encontré en tu cama, no quise despertarte, así que opte por prepárate la cena y levantarte de la cama al terminar, y pues fue lo que hice―escucho atento la historia de Thomas sin decir nada y solo asentir con mi cabeza, la comida estaba deliciosa y me llenaba, al menos ya no me sentía tan vacío ―Me sorprendí cuando vi que tenías comida en tu alacena así que use un poco de lo que tenías y prepare lo que comes ahora―así que Jodie había guardado las cosas que había traído Valerie.
―Gracias― contesto con la boca llena y el ríe.
―No es nada, come con calma Jack― cierra su laptop y se termina su sándwich ―Con tu permiso, me iré a dormir a tu cuarto, estoy exhausto y sé que no duermes en tu cama así que préstamela esta noche hablamos mañana adiós― se levanta y camina hacia mi cuarto.
―Hasta mañana y gracias por tu comida.
―No es nada― escucho como cierra la puerta de mi habitación y yo continuo con mi cena.

Luego de devorar por completo la comida de Thomas y de ordenar la cocina, me voy al sofá y me acuesto, hace mucho no probaba comida de mi amigo, recordaba cuando le enseñaba, y me daba a probar lo que preparaba, hace mucho no veía las ollas que mi madre había comprado estaban casi nuevas, hace mucho no veía comida en mi alacena, casi dos años, un sentimiento de nostalgia me invade, las imágenes de Valerie alejándose de mi permanecían en mi mente, vaya día de mierda, lo único rescatable era la comida de Thomas, lo demás, parecía que se repetía la historia y nuevamente mis actos se quedaban cortos al momento de querer expresar lo que quería.

Cortes unidos [Libro #1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora