Una noche © Freenbecky

Capítulo tres.

03

- Lo siento Rebecca, no me he presentado, me llamo Adrien, y soy heredero de las empresas exitosas de mi padre...

Preferí sólo mirarlo y asentir con la cabeza mientras hablaba de él mismo, sinceramente no estaba escuchando lo que decía. Odiaba a la gente presumida.

Cuando Adrien terminó de hablar levantó su mano e inmediatamente vino una moza a dejar unas cartas de terciopelo con los nombres de las bebidas.

- Siéntanse libres de pedir lo que quieran, sin límites, hoy invito yo. -dijo Adrien.

Todos optamos por lo mismo. Un martini. Y fueron varios.

  Estaba muy mareada, y me reía por todo.

- Voy al baño. -dije en un balbuceo.

Caminé como pude y cuando llegué al lugar me senté en uno de los sillones individuales que había allí. Mi cabeza reposó en una de mis manos y cerré los ojos.

- ¿Necesitas ayuda? -habló una mujer y abrí los ojos.

Se encontraba lavando sus manos y la examiné entera. Al igual que todos lucía muy elegante. Era hermosa, muy hermosa; su semblante serio y sus facciones imponían superioridad.

Empezaba a cuestionarme si una chica como ella realmente me estaba hablando a mí.

Al no obtener respuesta, tomó su bolso y se acercó a mí. Hizo lo mismo que yo anteriormente había hecho, examinarme completamente.

- Una chica como tú no debería beber de esa manera.

- ¿Cómo sabes que he bebido?. -hice una pausa.- Y no entiendo el "una chica como yo". -reí.

Rodó sus ojos.

- No es tan difícil de saber. Adrien emborracha a todo el que se le acerque. Y por lo otro, eres muy bella para comportarte así.

- ¿Conoces a Adrien? -ignoré completamente su cumplido.

- Todos nos conocemos aquí. -en un movimiento rápido tomó mi cintura e hizo que me parara del sillón.

- Espera, creo que...

Corrí hasta uno de los inodoros y vomité. La mujer se acercó a mi mientras sostenía mi cabello y masajeaba mi espalda.
Cuando terminé, ella me extendió un pañuelo de tela y me limpié.

- ¿Te sientes mejor? -extiende una botella de agua.

- Un poco.

- Te acompaño hasta tu mesa.

Su brazo rodeó mi cintura nuevamente, su toque erizaba toda mi piel. Su aroma hizo que mi piel se erizara, podía ver su lado derecho de rostro.

Dios... moría por besarla. Y no me quedé con las ganas.

🥀🌸

N/A: AAAAAAA, actualizaré en uno o dos días ya que mañana tengo examen y quedo destruida (maldita universidad). Espero que les esté gustando la historia, besos y gracias por el apoyo♡