Una noche © Freenbecky

Capítulo treinta y dos.

32

El beso fue largo, lleno de amor, se reflejaba lo mucho que nos habíamos extrañado y lo mucho que nos habíamos necesitado.

- Te prometo que te voy a amar, respetar y a estar a tu lado sin importar qué. -dije con la voz baja.

- Te amo, Freen. No quiero estar lejos de tí nunca más. -dijo Becky, con la voz aún entrecortada.

- No, nunca más estaré lejos de tí...

En ocasiones la envolvía con fuerza entre mis brazos, acariciaba su mejilla, luego su cabello, la besaba y la miraba a los ojos. Podía pasarme días enteros siguiendo esa pequeña rutina.

Era un nuevo comienzo y quería hacer todo bien, tratarla con cuidado y mucho amor que se merece. También quería que me ame, y que no tenga miedo al hacerlo, porque lo último que volvería a hacer sería lastimarla.

Desperté y ella estaba a mi lado, su brazo posando en mi hombro mientras que los míos rodeaban su cintura.

Ella abrió los ojos y lo primero que hizo fue sonreír al notar que esto era real, que yo estaba allí para quedarme y que sería así para siempre.

- Buenos días princesa. -dije mientras acariciaba su cabello.

- Buenos días. -respondió mientras me besaba la mejilla.

Nos levantamos para luego bajar a la cocina y preparar el desayuno juntas. La felicidad, mi felicidad, estaba en las pequeñas cosas junto a ella.

Así de rápido como nos alejamos, nos volvimos a perdonar.

¿Esto era demasiado bueno para ser real? Claro que lo era. Pero, a veces, las personas como yo y como ella se encuentran para no volver a dejarse nunca más, no importa si pasa mucho o poco tiempo, si sus vidas se separaron totalmente y hay alguien más, o cualquiera sea la razón; estábamos destinadas a estar juntas, libremente, a escondidas, de a ratos o cuando queramos.

Yo era suya y ella era mía.

No importaba lo que había hecho ella en mi ausencia, o si yo había estado cerca de perderla para siempre por mi orgullo y poca capacidad de retener a las personas.
Nos amábamos, un fuerte sentimiento que surgió de repente y que lo único que hacía era crecer con muchas fuerzas, hasta convertirse en necesidad de tener a la otra a su lado.

- Cuando lleguen las vacaciones de la universidad podríamos ir a la playa, o incluso a la montaña, si no te gusta la idea de la arena y el sol fuerte. O incluso podríamos ir a América del Sur y conocer muchos lugares allí, me dijeron que hay demasiados lugares maravillosos y que la gente allí en muy simpática y amable. -dijo Rebecca con entusiasmo.

Así pasaban nuestros días, planeando todo lo que podríamos hacer al lado de la otra. Aunque, realmente, en lo único que me concentraba era en el hermoso sentimiento que me provocaba ver a la mujer que más amo incluirme en sus planes, queriendo dedicarme más tiempo y conocer muchos lugares a mi lado.

🥀🌸

N/A: Holii💖, les comento que el viernes 27 de noviembre será el final de esta historia (me pone muy triste esto bye😔). También, acompañado del final, habrán entre dos o tres capítulos extras y un pequeño agradecimiento.