Una noche © Freenbecky

Capítulo once.

11

Me levanté y estaba sola en aquella gran cama, recordé la noche anterior y sonreí tontamente.

Esa sonrisa se borró cuando recordé que probablemente no se repetiría ese suceso y me sentí un poco usada.

Aunque... ¿Qué más podía esperar?

Me enojé un poco con Freen, aunque haya sido sincera y mi enojo sea en vano.

Miré a mi costado y el desayuno estaba en la mesa de luz. No voy a mentir, me ilusionó un poco aquel pequeño detalle.
Los vidrios de la ducha estaban empapados, lo que significaba que ella estaba podría estar en la casa todavía.
Me puse la misma ropa y salí a buscarla por la casa, pues consideré que sería algo imprudente irme como si nada, sin despedirme. Pero ella ya se había ido, la casa estaba sola.

Abrí la puerta y su chófer se encontraba fumando, tiró el cigarro al verme.

- Disculpa. -dijo y me confundí un poco, él notó esto.- Oh, es que a Freen le molesta que fume, pero como salió de casa... En fin, permitame llevarla a su hogar.

Accedí inmediatamente, ya que no tenía dinero para el bus o un taxi.

Durante el camino miraba por la ventana, distraída, tanto lo estaba que en un abrir y cerrar de ojos había llegado a mi destino.

Me despedí del amable chófer y subí a mi departamento. Después de muchas horas, prendí mi celular. Tenía cientos de mensajes de azul.

Azul: Mentirosa.

Azul: Anoche pasé por tu departamento por casualidad y te ví subiendo a una limusina.

Azul: ¡Exijo explicaciones!

Mierda. Lo que me faltaba. Ser atrapada con las manos en la masa.

Me arrepentí por unos instantes por haberle fallado, pero necesitaba el dinero y Freen me llamaba demasiado la atención. Pensé en contarle el porque me vió en esa situación, pero recordé la confidencialidad que debía mantener respecto a esa noche inolvidable.

Ignoré sin querer sus mensajes tratando de buscar alguna excusa, olvidandome por completo del tema. Me di una ducha relajante, y me dispuse a seguir estudiando.

Finalmente me encontraba en paz, mi problema más grande, se había solucionado por bastante tiempo.

Volví a mi hogar luego del agradable desayuno con Noah, con la mínima esperanza de que Rebecca siguiera dormida para poder verla.

Odiaba tener ese tipo de esperanzas. No quiero ilusionarme.

Luego de unos instantes de nervios, subí a la habitación. El panorama no me agrado ni un poco. Las sábanas estaban revueltas y la cama completamente vacía, el desayuno que le había preparado, estaba intacto.

¿Acaso fue extraño para ella?

¿Me había comportado como una intensa?

¿Realmente había sido algo de una noche?

¿Para Rebecca sólo había sido eso?

Cada pregunta que me hacía para mi misma era peor que la anterior. Me sentía como una pequeña y vulnerable idiota.

Me golpeé mentalmente por mis decisiones, tal vez la hice sentir como un objeto, pero yo sólo quería ayudarla.

- ¡Carajo! -grité.

Odiaba el haber crecido creyendo que con el dinero se podía tener todo, incluso el amor.
Tal vez el haber tenido sexo le haya hecho creer que sólo la quería para eso. Pero mierda, sí que me atraía en todo sentido.

Moría por mandarle un mensaje o llamarla para escuchar su voz, pero a la vez me asustaba.

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N/A: ¡Capítulo once! En forma de agradecimiento por el apoyo a mi historia, se vendrá una semana de actualizaciones rápidas! calendario: lunes- 2 capítulos, miércoles- 2 capítulos, viernes- 2 capítulos

Muchas gracias, nuevamente, por el apoyo que muestran a esta historia, lxs quiero🩷💘