Capítulo diecisiete.

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Sabía lo sincera que había sido Freen conmigo, y algo dentro de mi nació por ella cuando lloré en sus brazos y ella me consoló

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Sabía lo sincera que había sido Freen conmigo, y algo dentro de mi nació por ella cuando lloré en sus brazos y ella me consoló.
Había pasado mucho tiempo desde la última vez que había confiado en alguien, me había prometido a mi misma que no lo volvería a hacer, y toda esa promesa se destruyó tan rápido con su repentina e inusual llegada a mi vida.

Aún así tenía miedo. Y no porque dudara de que sea una buena persona, sino porque no sabía de su pasado.

¿Confiaba en mí de la misma manera en que yo lo haría?

¿Sentía lo mismo que yo?

Además, las circunstancias en que nos conocimos me hacía pensar en que sólo tenía interés sexual en mí. Pero de ser así, el día que llegué a su hogar llorando hubiese terminado en una noche de sexo, sin embargo me escuchó atentamente, me acarició hasta dormir y respetó mi espacio personal.

- Ahora todo mejorará. -Freen me abrazó por la espalda mientras hablaba.

No estaba segura del porqué lo había dicho, pero me tranquilizó con sus palabras. Sonreí al encontrar paz en sus brazos.

- Gracias por todo. Nunca me cansaré de repetirlo.

Nos abrazamos por un largo rato hasta que Freen se separó, tomó mis hombros y me miró a los ojos.

- Hay cosas que quiero que sepas de mí. -habló nuevamente. -Salgamos a comer esta noche, si quieres.

Asentí con una sonrisa. Las dudas cada vez se despejaban más. Ella quería que yo sepa más de ella, y eso sólo podía significar que quería que nos acerquemos más.

Esperamos a que la noche llegara, Freen había reservado una mesa exclusiva, alejada de los demás, pero no lo suficiente como para sentir que estabamos solas en el restaurante, todo era perfecto.
Pidió el vino más caro y llegó a la mesa, dió un sorbo y juntó sus manos.

- Hay algo que quiero o más bien necesito decirte, porque me haces sentir extraña, todo pasó muy rápido, pero creo que es momento de confiar en alguien, y que confíe en mí, ese alguien eres tú por eso te contaré algo importante que ocurrió en mi vida. -Habló Freen con la voz temblorosa, juraba que se rompería en pedazos de los nervios.

- Tranquila, confía en mí. -dije con sinceridad, quería provocarle la misma tranquilidad que me provocaba ella. Tomé una de sus manos y la acaricié.

- Bueno, cómo empezar... -hizo una pausa mientras suspiraba. -Hace aproximadamente tres años, vivía con mi abuela y mi hermano mayor en su hogar. Si bien la relación que tenía con mi abuela no era mala, a ella le molestaba que mis planes no sean los mismos que los de las demás mujeres en la familia, ya sabes, conseguirles un esposo perfecto para que se casen siendo jóvenes,  tener hijos y todo lo demás, pero yo no quería eso para mí, y pensaba que yo no quería eso porque me gustaba la idea de ser independiente, viajar por el mundo y preocuparme sólo por mí. Pero no era así, la razón no era esa, y me di cuenta de eso porque Charlotte apareció en mi vida.

Una noche © FreenbeckyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora