Capítulo veintiséis.

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- Planeo contratar a alguien que la siga, a Rebecca y a esa chica de la moto

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- Planeo contratar a alguien que la siga, a Rebecca y a esa chica de la moto. -dije en un tono serio mientras jugaba con mis anillos.

- ¿Estás loca Freen? -dijo Noah. La única persona que aún estaba a mi lado.- ¿De que te serviría hacer esa locura?

- Sé que Rebecca está cometiendo una tontería al pensar en otra mujer que no sea yo. Le puedo ofrecer el mundo, darle mucho más de lo que cualquier persona haría. -respondí con seguridad.

- El dinero a veces no es suficiente. -dijo Noah, apresurado en aportar a la conversación.

Rodee mis ojos, suspiré, y volví a hablar mientras Noah me miraba seguro de lo que dijo.

- Además... lo de Rebecca y yo es real, sé que nunca me he sentido de esta manera por alguien más.

- Pero no puedes obligar a alguien a estar contigo, la lastimaste, Freen. -Noah bajó la mirada, al parecer sus palabras fueron demasiado sinceras en su opinión.- Si la amas deberías buscarla, no es lo correcto mandar a alguien a quién la espíe a ella y a esa chica con la que la viste. Si Rebecca ya encontró a alguien más, tal vez lo mejor sería olvidarla.

Mi rostro se frunció en una mezcla de enojo y tristeza con la idea de pensar en que Rebecca podría haberme olvidado. Me daba náuseas al pensar en la posibilidad de verla con alguien más, pero si había algo que tenía claro, es que haría todo lo posible para que eso no pase.

- Es difícil. -dije para luego tragar saliva.- Sabes que para mí es muy difícil esto del amor, nunca me he hecho esto antes, ni mucho menos le he rogado a una mujer, es humillante para una persona de mi nivel.

- ¿La amas o no? -preguntó Noah, antes de que pudiera seguir hablando.- Si lo haces de verdad saldrás de tu zona de confort. El amor implica cosas nuevas.

Me sentía una idiota por amar. Rebecca había logrado atraparme de una manera fácil, ella no era consciente de lo fácil que era amarla. La odiaba un poco por tener ese encanto natural en el que no he dejado de pensar desde que la ví por primera vez.

- Si no lo hiciera no estaríamos hablando de esto, estúpido. -respondí luego de unos segundos, soltando una risita.

Noah se volvió a reír.

- Voy a ser sincero contigo. -dijo mientras se acomodaba en su asiento y su semblante se tornaba a serio.- Rebecca sin duda no merecía sentirse así por lo que ocurrió, tienes que tener presente que fue tu culpa que se alejara y que probablemente se haya sentido mal, sé que es difícil para tí el mundo de los sentimientos y el amor, pero tienes que demostrarle que la amas, que te arrepientes, ella entendió tu pasado amoroso, por ende sabe que el amor no es un terreno fácil para tí ni mucho menos tienes buenos recuerdos de este. Rebecca es diferente, lo noto por como me hablas de ella, tienes que arriesgarte de nuevo, porque ella vale la pena, es la única que te tiene así desde hace mucho tiempo. -volvió a hablar, y cuando terminó de hacerlo tomó aire, ya que lo hizo bastante rápido.

Era momento de cambiar. Por mí y por ella. Sus palabras fueron rudas, una vez más, pero justas.

- Lo haré. -dije en un susurro.- Lo de nosotras no merece un final así, incierto. Y si ella no acepta volver conmigo, lo entenderé, pero al menos lo sabré y podré seguir adelante.

- Si ella te acepta deberás valorarla con todas tus fuerzas, ¿lo prometes? -dijo Noah con una sonrisa cálida.

- Lo prometo.

Noah me abrazó con mucho cariño. Ninguno estaba acostumbrado a este tipo de muestras de afecto, sobre todo yo, pero sin duda necesité el abrazo de mi confidente más grande.

- Oye, sólo por curiosidad... -habló Noah mientras se sentaba en su asiento de nuevo.- ¿Que habrías hecho si mandabas a seguir a Rebecca y a esa mujer de la motocicleta? -su pregunta emanaba miedo y dudas.

Sonreí burlonamente.

- No sé... Creo que he dicho eso por la desesperación de perderla.

El ambiente se llenó con nuestras carcajadas.

Una noche © FreenbeckyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora