Capítulo siete.

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07

- Perfecto

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- Perfecto. -estrechó sus manos y se lo devolví rápidamente. - Hay ciertas condiciones que debe cumplir, de lo contrario tendrá que devolver todo el dinero.

- Esta bien, ¿Cuáles son?. -pregunté.

- Es obvio, pero voy a decirlo para evitar malentendidos, no debe decirle a nadie de esto. Segundo, debe ponerse lencería, por último y no menos importante, debe firmar este contrato de confidencialidad.

Hice lo que me pidió.

- Perfecto. Disfrute. -habló el hombre.

- ¿Qué día y en dónde tengo que encontrarme con ella?

- El viernes pasará una limosina por usted a las nueve de la noche. Sea puntual.

Salió por la misma puerta que había entrado, dejándome atontada y algo confundida.

¿En qué me había metido?

Luego se unos segundos empecé a recorrer el dinero con mis dedos, feliz y confundida.

Ya era jueves, a pesar de haber pagado todas mis deudas y algunos caprichos el dinero seguía siendo infinito

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Ya era jueves, a pesar de haber pagado todas mis deudas y algunos caprichos el dinero seguía siendo infinito.
Desde que ese hombre apareció en mi departamento con esa propuesta no había podido dormir tranquila, estaba ansiosa y mi objetivo principal era ser suficiente para los deseos de aquella hermosa mujer.

Serví el café en algunas mesas, estaba realmente perdida en mis pensamientos.

- Mañana es un día muy especial, ¿lo recuerdas?
-dijo Azul mientras jugaba con su cabello.

- ¿Eh? ¿Por qué?

- ¡Es mi cumpleaños, tonta! -rodó sus ojos.- No puedo creer que lo hayas olvidado.

Maldeci una y otra vez para mis adentros. Odiaba las malditas casualidades, específicamente ésta.

- Cierto. -puse mi mano en mi frente.- ¿Que quieres de regalo?

- Tu presencia en mi fiesta será suficiente. -contestó.

Mierda. Miré a Azul con algo de pena e inmediatamente lo notó.

- Ay Dios. -suspiró. - Si tienes planes no te preocupes, lo entiendo. -dijo desanimada.

- No. -me apresuré en responder. -Se acerca la semana de exámenes finales, y debo estudiar porque estoy muy atrasada. -mentí.

- Oh, comprendo, luego festejaremos juntas, de nuevo, no te preocupes Becky. -dijo Azul mientras me ofreció una sonrisa y se fue a atender a los demás clientes.

Me giré y suspiré algo frustrada, pues la chica era mi única amiga y le estaba mintiendo.

Mi turno terminó y llegué a mi departamento un poco tarde debido a que me atrasé.
Subí por el ascensor y en mi puerta había un paquete; una caja roja, de terciopelo y su tamaño era grande.
La tomé y me adentré a mi hogar, me fijé si no se habían confundido, pero efectivamente si era para mí.

- Que raro. -susurré.

Al abrirla me encontré con lencería fina de color rojo, un vestido a juego, tacones y joyería plateada, encima de todo una carta.

"   Eres hermosa, pero con esto potenciarás tu belleza, muero por verte con esto puesto.
                                                       -Freen            "

Oh. Dios. Mío.

Una noche © FreenbeckyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora