capítulo 15,2

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[En efecto, tarde dos años en darme cuenta que me habia comido 3500 palabras ja-ja perdón]

Estaban de vuelta en el autobús cuando Frank apareció junto a la litera de Mikey, sin camiseta. Levantó el frasco de pomada que Ray le había preparado y se lo mostró a Mikey. - ¿Te importa?

Mikey negó con la cabeza y salió rodando de la litera, agarrando el frasco mientras se levantaba. Frank se dio la vuelta sin decir palabra, presentando su espalda desnuda a Mikey.

Mikey no sabía exactamente qué había puesto Ray en la crema, pero fuera lo que fuese, estaba funcionando. Las cicatrices de Frank no se habían desvanecido del todo, y Ray dijo que probablemente nunca lo harían. Habían dejado de mejorar hacía unos seis meses, pero Frank seguía poniéndose la crema con regularidad. Le había dicho a Mikey que temía que volvieran a aparecer si dejaba de hacerlo, levantadas y lívidas como antes.

-¿Cómo se ven?-quiso saber Frank, con la cabeza gacha mientras Mikey le alisaba la loción sobre los hombros.

-No demasiado mal-, dijo Mikey. Las líneas pálidas y plateadas se entrecruzaban en todas direcciones, grabadas en la piel para siempre. Los tatuajes de Frank seguían en su estado ruinoso, y Mikey sabía que debajo de los vaqueros de Frank continuaban las cicatrices, algunas llegaban hasta la parte trasera de las rodillas. -Iguales.

-Bien-, dijo Frank. Esperó a que Mikey terminara y se dio la vuelta. -Gracias.

-De nada-. Mikey le devolvió el frasco y Frank enroscó la tapa, luego se quedó mirándola durante un minuto, mordiéndose el labio. -¿Qué ocurre?

Los ojos de Frank miraron a todas partes mientras dudaba, y luego respiró hondo y soltó: -¿Te acostarías conmigo?.

Mikey lo miró fijamente. -Eh...

-No me refiero a... Dios, Mikey-, Frank puso los ojos en blanco. -Me refiero a las cicatrices. Si no me conocieras, ¿te desanimarían?.

Mikey nunca había pensado en eso. Sabía que a Frank ya no le gustaba ir sin camiseta en público, y también sabía que era por la misma razón por la que siempre llevaba manga larga, la misma razón por la que le había pedido a Ray que le cortara el pelo para que le cayera sobre la cara. Pero no pasaba mucho tiempo pensando en el sexo y en Frank. No desde que se conocieron, antes de que decidieran ser mejores amigos.

Frank seguía mirándolo con ansiedad, y Mikey se dio cuenta de que no había dicho nada de eso en voz alta.

-Es difícil decirlo con seguridad-, dijo con sinceridad. -Porque yo sí te conozco, así que cuando te miro, simplemente te veo, como... a ti.

Frank se desinfló un poco. -Oh.

-Pero no creo que me desanimara-, añadió Mikey.

-¿En serio?

-Bueno, pero no me hagas caso. De pequeño me gustaba mucho La novia de Frankenstein.

Frank volvió a poner los ojos en blanco. -Gracias, hermano, me siento muy bien con la aclaración. 

-En realidad no son tan malos-, le prometió Mikey. -Y tú eres lo bastante guapo como para llevarlos.

-Jodete-, dijo Frank, pero se había relajado lo suficiente como para sonreír un poco.Mikey le observó rebuscando una camiseta en su litera. 

-¿Dijo Cortez algo sobre ellos?.

-¿Qué?- Frank tiró de la camisa sobre su cabeza, luego se levantó para acariciar su cabello sobre su frente. -No. Baja la voz, amigo, su litera está justo ahí.

-Vale-, dijo Mikey. -Pero creo que los ronquidos increíblemente fuertes son una buena señal de que no está escuchando. Debes de haberlo agotado mucho.

Unholyverse | TRADUCCIÓNDonde viven las historias. Descúbrelo ahora