Unholyverse | TRADUCCIÓN

Capítulo 14.

Fue triste dejar la camioneta atrás. Gerard llamó a alguien que conocía en Goodwill para que fuera a recogerla, por lo que no era como si lo fueran a dejar allí para que los niños o los carroñeros lo desmontaran y no tuvieran idea de cuánto había significado para ellos; todo lo que había visto. Pero aún así Ray tomó un millón de fotografías y Bob prácticamente la abrazó, y Mikey vio cómo se hacía cada vez más pequeña a través de la ventana del autobús, hasta que salieron a la carretera y ya no pudo verla.

 Era tan extraño poder estirar las extremidades, levantarse y moverse. Cortez y Charlie se escondieron en sus literas casi tan pronto como el autobús se detuvo, así que una vez que Mikey hubo escondido su mierda, fue al gran salón en la parte delantera con el resto de los chicos. Frank se acurrucó en la esquina de uno de los sofás con sus libros; estaba revisando uno de los secos como la mierda tomos de tradición religiosa de Gerard, y alternando capítulos con su millonésima repetición de Harry Potter. 

Mikey se sentó en el otro sofá con Gerard, quien miró hacia arriba y dijo: —Oye, ¿tuviste más visiones de las que decidiste no contarme?

 Mikey puso los ojos en blanco. —No seas una perra, Gee. Te lo dije, no pensé que fuera gran cosa. Estamos aquí ahora, ¿no?

—Lo estamos— coincidió Gerard. Bajó la voz y murmuró: —Parece que a Pete le agradas mucho. Tal vez puedas animarlo a que confíe en ti, ¿sabes? Te diré si algo extraño le ha sucedido.

—Me siento raro por eso — dijo Mikey, porque Pete había sido súper amable con ellos y Mikey se sentía como una herramienta para acceder en secreto que estaba involucrado con algún tipo de magia oscura o lo que sea. 

—Lo sé —dijo Gerard con simpatía. —No quiero que le mientas. Es difícil, sé que tenemos que ser discretos con las cosas, pero a veces siento que esta línea de trabajo realmente requiere deshonestidad.

—No podemos simplemente acercarnos a las personas y preguntarles si han sacrificado a algunas vírgenes recientemente — comentó Brian desde el otro lado del pasillo, donde estaba sentado a la mesa con Ray y Bob.

—Lo sé —dijo Gerard de nuevo. —A veces es difícil hacer coincidir lo que creo que es correcto. —Mikey se encorvó en su asiento y extendió las piernas por el espacio disponible, solo porque podía. 

Frank se levantó entonces, caminando de rodillas por el sofá hacia ellos. —Está bien, esto es lo que no entiendo.

Gerard cruzó las manos en su regazo. —¿Qué es lo que no entiendes, Frankie?

Frank levantó el libro que estaba leyendo. —Todos dicen que María era virgen hasta que murió, ¿verdad? Pero María y José eran judíos.

Gerard asintió. —También Jesús.

—Un hecho poco conocido. —comentó Bob.

Frank lo ignoró. —Acabo de leer en este libro que el hecho de que un matrimonio no se consuma físicamente, en aquellos días, se consideraba un pecado según la ley judía. ¿Cómo cuadra eso?

Gerard asintió con la cabeza, mordiéndose el labio, luego se recostó en su asiento de una manera que significaba que todos deberían sentarse tranquilos y ponerse cómodos. —Bien, ¿en primer lugar? Jesús era hijo único oficialmente, pero hay mucha evidencia de que tenía hermanos.

Frank frunció el ceño. —¿Evidencia como qué?

—Como el hecho de que la Biblia se refiere varias veces a sus hermanos y hermanas — dijo Gerard, agitando la mano. —Además en ningún momento dice que María permaneció virgen después del nacimiento de Cristo.