Capítulo 2

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 -A veces suelo gritarte demasiado, ¿No? - Murmuro Brian con cansancio 

Frank se encogió de hombros. -Supongo que me lo merezco.

-Mierda.-Brian se encogió de hombros y miró al techo diciendo algo que Frank no podía entender. -Muy bien, no importa, regresa al trabajo

-Está bien -dijo Frank. Se puso de pie y caminó hacia la puerta, luego se volvió hacía él. -Brian, gracias por creer en mi, hombre significa mucho para mí.

Brian hizo un sonido extraño, casi como una risa. -Sí, bueno. Si vuelves a cagarla, tendré tus pelotas, no importan las de Darren Haywood.

Frank volvió a su lugar de trabajo y se sentó en el taburete de la esquina, tratando de no parecer demasiado abatido y lleno de culpa. Pasaron alrededor de dos nanosegundos antes de que Ray estuviera rondando ansiosamente por la puerta.

-¿Qué? -dijo Frank.

-No quiso decir en serio lo del corte de militar, ¿verdad? - Ray mencionó preocupado. Entró en la habitación y extendió una mano para alisar el pelo de Frank. -Porque realmente no creo que tengas la estructura ósea para ello.

Frank se rió y lo volteó. -Vete a la mierda, tengo la estructura ósea de un Dios.

Ray le sonrió y lo sacó hacia arriba y hacia fuera en la habitación principal. -Vamos, necesitas un corte. Tengo unos minutos antes que mi próximo cliente, ¿verdad Mikey?

Mikey dio vuelta una página en Cosmo Girl. -Quince minutos.

-Genial.- Ray empujó a Frank abajo en la silla y sacudió una capa con un chasquido y se la colocó de inmediato, para luego empezar con su cabello. -¿Por qué mierda el pelo en la parte posterior de tu cabeza crece tan rápido, Iero, lo lavas con crecimiento supernatural?

Siempre ha sido relajante tener a Ray arreglándole el cabello. Mikey llegaba temprano cada mañana para ser planchado, encerado, acicalado y mimado por Ray.

A Frank también le agradaba mucho, pero le agradaba más dormir. Frank amaba a Ray, él era realmente bueno, podría haber estado trabajando en uno de los salones caros de la ciudad sin problemas, sin embargo Ray decía que no estaba interesado en hacer los mismos tres cortes de cabello todo el día, y que de todos modos, las chicas de esos salones le asustaban.

-Quiero decir, ¿Si te das cuenta que la mayoría son naranjas? -Preguntó ahora, cuando Frank se lo recordó. -No está bien. Y además te hacen usar de toda esa mierda de diseñador, no gracias.

Ray sentía por los productos capilares lo mismo que Frank sentía por la comida (Muy pocos productos animales y tanta mierda de la Tierra como fuera posible). Solo usaba su propia gama de pociones hippies caseras que se llamaban así por las canciones de Iron Maiden. Los niños estaban locos por él; Brian estaba tratando de conseguir todos los permisos en algunas juntas para poderlos vender como productos comerciales.

Él terminó zumbando la parte posterior del cuello de Frank y se puso de pie, pateando su taburete con ruedas a un lado. -¿Todavía pensando en cómo crecer de estatura?- preguntó, bombeando el pedal en la base de la silla para levantar Frank más alto. Le cortó un poco, inclinando la cabeza de Frank y tomando con las puntas de los dedos para facilitar el corte.-Hey, ¿qué pasa con las manos, hombre?

-¿Qué?

Ray asintió hacia abajo. -O estás sufriendo o estás sufriendo, no hay forma de que no lo hagas...

Frank bajó la mirada hacia su regazo y se dio cuenta de que se estaba frotando las muñecas de nuevo, el movimiento hacia adelante y hacia atrás hacía que la capa que cubría sus brazos se ondulara rítmicamente de una manera decididamente incompleta.

Unholyverse | TRADUCCIÓNDonde viven las historias. Descúbrelo ahora