Capítulo 13

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*

—Creo que hoy ha ido muy bien — dijo Bob, tamborileando los dedos contra el volante mientras esperaban que cambiara la luz. —Quiero decir, aparte del pequeño giro dramático de Frank al final, hubo mucho menos explosión y sangre de lo habitual.

Gerard tarareó de acuerdo, mirando por la ventana.  —Era bastante rutinario, pensé...

—¿Crees que estamos mejorando o crees que fue fácil? — Intervino Ray.

—Creo que el dinero es un gran motivador — dijo alegremente Brian desde el asiento delantero.

Gerard hizo un ruido de tristeza. —Se supone que nuestra motivación es ayudar a las personas.

Brian se giró para mirarlo. —¿Cuál fue nuestro acuerdo, padre?

—Ustedes son el banco, yo me encargo de las almas —recitó Gerard obedientemente. —Es solo que...

—Lo estás pensando mal — interrumpió Mikey, antes de que Gerard pudiera aburrir a todos hasta la muerte. —Realmente estábamos ayudando a Lucy, no a Craig, y no es como si ella pudiera pagarnos.

—Sí, es como si Craig hubiera hecho una donación caritativa en su nombre — asintió Frank.

Gerard se mordió el labio, considerándolo. —Supongo.

Mikey esperó a que los otros chicos se involucraran en una conversación sobre cuánto podían gastar en comida y cuánto tenían que guardar para suministros, ya que así no podrían escuchar su conversación con Frank, entonces se acercó lo más que pudo a él. —¿Que pasó? — dijo en voz baja. —¿Al final?

—Nada — dijo Frank, pero Mikey siguió mirándolo hasta que suspiró y puso los ojos en blanco. —Fue... no lo sé, Mikey. Fue simplemente calma, o algo así, tranquilidad.

Tranquilidad, de nuevo. Fue el día en que recibió los estigmas en el que Frank decidió que le gustaba la paz en su vida, Mikey estaba bastante seguro.  —Tranquilidad, eh.

—Tranquilidad —repitió Frank con firmeza.  Mikey lo miró un poco más, y Frank puso una mirada de irritación en su rostro y dijo: —Todavía estoy aquí, Mikey, deja de enloquecer.

—No he enloquecido— dijo Mikey, pero lo dejó pasar.  Afuera hacía calor y estaba oscuro;  los coches pasaban zumbando y Mikey podía oír el ruido de una sirena.  Presionó su pie contra el de Frank.  Frank presionó de regreso.

*

Mikey se despertó en medio de la noche. Fue lentamente, no de repente,  así no tendría esa sensación de malestar por salir del sueño;  simplemente volvió suavemente a la conciencia, que era la mejor manera.  Excepto que tenía que orinar, lo cual era molesto.

Estaba increíblemente cómodo, incluso con las rodillas de Frank clavadas en la parte posterior de los muslos, y durante un largo rato permaneció allí, disfrutando del calor y la cama real y la cara tranquila, silenciosa y dormida de Gerard en la almohada junto a él.

Eventualmente, sin embargo, su vejiga venció a su deseo de permanecer quieto y no moverse, por lo que comenzó a retorcerse hacia abajo, porque dormir en medio de seis tipos en una cama significaba que salir de la forma normal estaba completamente fuera de lugar.

Creyó haber golpeado a Gerard en el estómago con un codo y oyó que Bob se volvía, refunfuñando en sueños, y luego se deslizó hasta los pies de la cama y se sentó en la alfombra durante un minuto, frotándose los ojos y convenciendo a sus piernas para llevarlo.

El interruptor de la luz no estaba donde Mikey recordaba que estaba, así que se las arregló en la oscuridad lo mejor que pudo y luego regresó al dormitorio.  Frank y Gerard se habían metido en el lugar de Mikey.  La mano de Gerard estaba ahuecada alrededor de la parte posterior de la cabeza de Frank, y Frank tenía su brazo colgado sobre la cintura de Gerard, con la cara metida en el hueco de su cuello.

Unholyverse | TRADUCCIÓNDonde viven las historias. Descúbrelo ahora