Unholyverse | TRADUCCIÓN

Capitulo 3

Trabajar al día siguiente fue casi un infierno.

La espalda de Frank no dolía más que un nuevo tatuaje sí, pero existe una razón por la que no te tatuas desde los hombros hasta las rodillas en un solo día.

Frank sabía que se estaba moviendo de manera extraña, pero simplemente ignoró las miradas inquisitivas de Ray y Bob y mantuvo la cabeza baja.

-No deberías estar aquí -dijo Mikey en su oído en un momento.

-¿Qué se supone que debía decir?- Frank se puso unos guantes nuevos. -Lo siento, Brian, no puedo llegar hoy, anoche fui atrapado y azotado por un sádico invisible.

-Te apoyaría - Mikey se encogió de hombros.

Frank resopló y sacudió la cabeza. -Aprecio eso hombre, pero...

-Frank - Brian apareció de la nada y sonrió. -¡Estás aquí!

Frank evitó los ojos de Mikey. -Estoy aquí.

-¿Tus muñecas están bien?

-Sí, no duelen en absoluto -Dijo Frank, lo cual no era una mentira.

-Hombre ¡Que asombroso! -Brian le sonrió y le dio una palmada en el hombro al salir de la habitación de atrás.

Frank se mordió la lengua con tanta fuerza para no gritar que sintió el sabor de su propia sangre.

-Mierda. -Mikey corrió y buscó en la bolsa de Frank hasta que encontró el Tramadol. -Aquí -dijo sacudiendo una píldora. -Toma esto, vamos.

Frank tomo la pildora y se la tragó seco, no había necesidad de agua con tanta urgencia por aquella pildora, Frank se apoyó fuertemente en Mikey por un minuto. -Genial, ahora voy a hacer piercings como si no me hubiesen dado una paliza.

-Mejor que retorcerse en agonía- dijo Mikey.

-¿Qué demonios está pasando?-Susurró Ray acercándose. -Mierda, Frankie, ¿estás bien?

Frank sacudió la cabeza. -No es nada.

-¿No es nada? Estás verde - Ray se cruzó de brazos y miró a Mikey con fuerza. -¿Qué tiene ahora?

-Nada -repitió Mikey mientras desviaba la mirada de los ojos de Ray. Entonces sonó el teléfono y Mikey prácticamente corrió a contestar.

-Está bien... -dijo Ray, mirándolo. -Ahora sé que algo está pasando. Mikey no ha contestado el teléfono de la tienda en dos meses -Ray se volvió para mirar a Frank y arrugó la frente con ansiedad. -¿Qué pasó realmente en la clínica?

-Ray, olvídalo -Frank salió a la habitación principal y le hizo señas al niño sentado junto a la puerta leyendo Hogar y Jardín. -Oye, hombre, ¿quieres venir?

Ray dio un paso atrás para dejar pasar al niño. -Sabes, la mayoría de la gente le cuenta todo a su peluquero.

Frank puso los ojos en blanco.

-Vamos a salir por la noche - dijo Ray, inclinándose en la puerta. -Bob, Mikey y yo, así podrás decirnos todo ¿de acuerdo?

Frank dijo fervientemente: -Muy, muy bien - y se puso a trabajar haciendo un agujero en el labio del chico.

*

El club al que iban era ruidoso y oscuro y Frank había bebido lo suficiente en el bar de antemano como para no preocuparse por el hecho de que sus zapatos se pegaron al piso. No importaba. Tenía los mejores amigos del mundo y su espalda ya no le dolía más, y a través de la bruma del alcohol y la música a todo volumen parecía que todo el azote embrujado había sido un sueño realmente inquietante.