25. Rumbo a la aventura

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Hillary no estaba en sus mejores días

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Hillary no estaba en sus mejores días. A pesar de que su concierto y las Regionales no habían podido ir mejor, tenía un conflicto interno. Una parte de ella extrañaba a Aurora y a los Cazadores, pero la otra parte solo quería lanzarle a su tía un Expelliarmus y mandarla contra un árbol.

No habían tardado mucho en volverse a meter en problemas con Mattheo y Tom por culpa de Tyler y su secta de capullos. Les habían vuelto a castigar de la misma forma. Estaban todos en un aula dando horas extra con deberes extra.

Tyler se divertía haciendo comentarios machistas sobre Hillary y tirándole bolas de papel a los Riddle. Mattheo y Tom veían cómo las manos de Hillary temblaban, intentando resistirse ante volver a clavarse las uñas. Ellos la cogieron de las mano y la miraron tranquilamente.

—¿Trío con esos dos, Potter? No sabía que tenías tan mal gusto.

—Cierra el pico, Tyler —le advirtió el chico pelinegro.

—Oye, que por ti va lo mismo. Mírala. Hasta mi hermana de ocho años tiene más culo.

—Déjalo estar —le dijo Tom a Hillary.

Sin embargo, Theo fue quien empezó a calentarse.

—Si solo fuera un poco más delgada...

Mattheo se levantó de golpe, sacó la varita de su mochila y les apuntó.

—¡Mattheo! —exclamó Hillary.

—Mattheo, ni se te ocurra —advirtió Tom.

—¿Eso es un palo? —rio Ralph.

Jasper y Tyler carcajearon.

—¿Qué vas a hacernos con eso, idiota?

—¡Expelliarmus!

Los tres matones chocaron contra la pared, agrietándola por la fuerza del impacto.

—¡Mattheo! —gruñó Tom.

Tyler, Jasper y Ralph los miraron aterrorizados.

—Vámonos, rápido —insistió Hillary.

•••

—¿Cómo se te ha ocurrido? —le espetó Sereia a Mattheo.

—¡Estaba harto de que molestaran a Hillary y se burlaran de nosotros! Somos iniciados a Cazadores, por favor. Merecemos algo de respeto.

—No en este mundo, Theo —dijo Tom, de brazos cruzados.

—¡Pues vámonos a donde sí nos respeten! —exclamó—. Hillary, ¿Acaso no querías ver a Draco? ¡Vamos a Hogwarts!

—Pero... allí están los Cazadores —murmuró la pelirroja.

—¡No nos descubrirán! Ellos están demasiado ocupados con Sirius. ¡Vamos chicos! ¡Tom, Ser!

Hillary Potter: la Elegida de Andraste (reescrito)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora