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Cuarta situación:
Donatello sonríe cuando ve las máquinas de aquel juego, recién serían estrenadas y solo para aquel concurso en donde decidió inscribirse aún cuando Raphael le dijo que podía ser peligroso.
No es que no le importara. Pero tenía prioridades, y una de esas, era participar en aquel concurso solo para poder utilizar aquellas máquinas de baile de última generación.
El sonido del piso siendo golpeado por los pasos rápidos y el ruido de las personas alentando a otras solo hace que su emoción crezca. Moviéndose de un lado a otro esperando su turno.
Observando con detenimiento las flechas para ser rápidamente apretadas, como se movían obteniendo los puntos y los tickets que ganaban para luego cambiarlos por premios.
Si, definitivamente era la oportunidad perfecta para terminar su récord y conseguir algún premio. O también, para dar un nuevo récord en las máquinas. Proclamándose como el mejor de todos, oh si, definitivamente eso también sonaba bien para Donatello.
April va con él, sus hermanos no pudieron acompañarlo, no recuerda sus excusas, pero April se ofreció, siempre y cuando no se metieran en líos raros y mutantes. Donatello no prometió nada, pero estaba seguro que nada debía ocurrir allí, puesto que se encontraban en una zona de juego. Un lugar, dentro de todo, normal.
—¡Mira! Ese de ahí es de última generación. Con canciones nuevas, nuevos combos y lo más importante ¡La estrenarán hoy! –
April rueda sus ojos divertida, siguiendo a su amigo mientras busca algún juego hasta el momento en el que Donnie juegue.
Llega a una de pistos y zombies. Si, es una buena opción.
Deja la ficha y ve que otra persona se pone a su lado, tomando el otro arma y poniendo también una ficha para jugar.
—¿Puedo jugar? – La chica sonrie mientras sus ojos se achinan. Iba con ropa holgada y su cabello amarrado se movía de un lado a otro cuando ella llegó a saludarla saltando feliz para abrazarla.
—¡T/N! Que coincidencia.– Ella asiente.
—¿Entonces, jugamos? – April asiente entusiasmada, tomando el otro arma antes de comenzar a jugar.
⊹⊹
Donatello sigue admirando los nuevos juegos, estaba ansioso por jugar en ellos, le recordó a aquella vez que hicieron esa pelea de baile en la calle contra las botargas. Se sentía como en ese momento, tenía muchas ganas de bailar aunque le molestara también la idea de que no fuera en su casa, donde podía hacerlo sin tener tantas miradas sobre él. De todas formas, también sabe que valdría la pena si ganaba y, tratándose de él, sabe que tiene muchas probabilidades de hacerlo.
