Capítulo XXVI

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Vigésima sexta situación:

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Vigésima sexta situación:

—Bien, no podemos solo hacer que no está pasando nada. – Angelo, Leonardo y April se miraron con seriedad, asintiendo a lo que dijo Angelo.

—Espera... ¿No crees que algo malo pasará si nos metemos? – Preguntó Leonardo, ante la negativa de Angelo solo asintió. —Okey, entonces... ¿Cuál es el plan, doctor sentimientos? –

Angelo sonrió emocionado, imaginando ya las mil formas de hacer que su hermano por fin decida hacerle la pregunta a la chica.

Vamos, que a ambos se les nota. Y ellos lo saben, su padre lo sabe, todos lo saben... Solo faltaban ellos.

Angelo ante esa situación no pudo solo ignorar que su hermano se retirara de hacer algo aún sin siquiera haberlo intentado. Por ello, como solía hacer en muchas ocasiones, tomó el mando de la situación. Dispuesto a ayudar a su hermano mayor.

Leonardo y April lo oyeron con atención a cada palabra que decía. Lo que incluía también representaciones de lo que harían con pequeños muñequitos que Angelo hizo de manera improvisada.

April no sabe si es realmente una buena o mala idea. Pero ya estaba harta de oírlo hablar de ella en cada momento. Y cada que le preguntaba al respecto, siempre obtenía una negativa, diciendo que eso no era una buena idea.

Claro que Donatello solo buscaba una manera de no "arruinar" lo que tenía con T/N. Pero vamos, la tensión entre ellos era palpable.

—¿Quedó claro lo que haremos? – Ambos asintieron.

⊹⊹

Donatello y T/N se encontraban sentados en el laboratorio de él. Ambos en sus propios mundos pero no quitaba que disfrutaban de ese espacio. Mientras Donatello revisaba uno de sus inventos y arreglaba otro que tenía sobre la mesa, T/N dibujaba en su pequeño cuaderno. Shelldon volaba alrededor de ella mientras le hablaba y comentaba su qdibujo.

Donatello no sabe en qué momento comenzó a darse cuenta de que la presencia de ella era cómoda. Pero mirando a su lado, y la ve allí sentada, sonríe con dulzura, sintiendo la comodidad de tenerla con él y de poder estar a su lado.

—¿Pasa algo, Dee? – Preguntó ella al sentir su mirada.

Donatello se giró con rapidez, negando y sintiéndose avergonzado por su actitud.

Ella suelta una suave risa nerviosa, tapando su rostro con su cuaderno. No le molestaba en realidad que él la mirara, solo era algo que la hacía sentir muy avergonzada pero también enamorada... Su corazón golpeaba con fuerza cuando sentía la mirada de Donatello en ella.

Como -NO- Enamorarse de Alguien en Treinta Situaciones Donde viven las historias. Descúbrelo ahora