Décima sexta situación:
—Perdón por pedirte venir, Dee. – Le dijo April mientras él entraba al salón vacío.
Era tarde ya, pasada las cuatro y las clases ya habían terminado. April y Sunita se encargaban de limpiar el salón como castigo por haber, sin querer, roto el proyector. Ni ellas sabían cómo sucedió, pero dentro de todo, fue culpa de ellas.
—Está bien, puedes pedirme lo que sea. A menos que tenga que ver con pelotas de playa. –
Apenas abren la puerta, Donatello puede notar que también estaba T/N, su cabello que solía llevar suelto ahora lo llevaba amarrado en una coleta y estaba encima de las mesas situando una vez más el proyector en su lugar.
—¡Sunita! Prendelo ahora. –
Sunita asintió, tomando el control y prendiendo el proyector una vez más. Esta vez, si funcionó.
—¡Funcionó! – April miró a Donatello sin saber que decir, bueno, al menos ya no estaba roto.
T/N se quitó los guantes, alzando su mirada hacia la puerta del salón, notando que estaba Donatello y April allí.
—¡Ah! Hola. – Con cuidado comenzó a bajar de la mesa. Sunita le ayudó sosteniéndola.
—¿Pudiste repararlo? – Preguntó April entrando al salón. Donatello también lo hizo, pero se quedó a una distancia considerable de las chicas.
—Sip. Fue fácil, solo tenía roto el lente y el chip, pero fue fácil cambiarlos. – También se soltó el cabello, moviéndolo de un lado a otro para acomodarlo mejor luego de tenerlo atado por una hora más o menos.
Donatello no podía quitarle la vista a la chica. La luz de aquella tarde, casi rosa por la ve ida del atardecer pegaba en su rostro y sus ojos cerrados mientras cepillaba su cabello con sus dedos le hacían ver realmente hermosa.
No, espera...
¿Realmente lo pensó?
—Ah, entonces... Perdóname Dee por pedirte venir. No sabía que T/N podría ayudarnos. –
Donatello se encogió de hombros sin poder hablar realmente. Se sentía nervioso, demasiado nervioso y no sabía porque.
O tal vez si lo sabía.
—Bien, entonces me voy. – T/N se despidió de las chicas con un beso en la mejilla, quedando luego, parada frente a Donatello sin saber cómo despedirse. —Yo... Uh... –
Donatello puso su mano en la cabeza de la chica, moviendo con suavidad su cabello, un poco gentil y dulce. Mientras una suave sonrisa aparecía en su rostro.
La chica solo se fue avergonzada, sintiendo sus mejillas calientes.
—¡Oh por...! ¡¿Dee, que fue eso?! –
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Como -NO- Enamorarse de Alguien en Treinta Situaciones
Fanfiction¿Cuántas cosas deben pasar para enamorarte de una persona? Son treinta situaciones en donde Donatello y T/N lo descubren. Fanfic Rise Donnie!