02

2.4K 227 16
                                    


EMERY SE SENTÓ EN SU clase de historia, sus dedos golpeaban suavemente el escritorio de madera mientras esperaba que la maestra entrara al salón de clases. 

Un movimiento en el rabillo de sus ojos llamó su atención, lo que la hizo mirar, encontrando a Elena mostrándole una especie de póster, articulando, '¿qué te parece? '

Apesta —respondió la morena haciendo que el doppelganger frunciera el ceño y Stefan le lanzó una sonrisa. Luego se lo mostró a Bonnie, quien asintió con la cabeza en señal de aprobación, lo que hizo que Elena sonriera, encogiéndose de hombros ante Emery y Stefan.

En ese momento, Alaric, que en realidad era Klaus, entró en la clase. —Hola clase —saludó. —¿Qué vamos a aprender hoy?

—Con el baile de la década de esta noche, hemos estado cubriendo los años sesenta toda la semana —Dana, una de las estudiantes, respondió.

—Correcto. Los años sesenta —Klaus asintió mientras sus ojos se posaban en Elena. Él la miró por un momento antes de que sus ojos se posaran en Emery, quien no prestaba atención mientras dibujaba en su cuaderno de bocetos, algo que siempre llevaría consigo. Una sonrisa jugando en sus labios mientras su lápiz se movía en la página.

Klaus decidió ignorar a la chica y se aclaró la garganta. —Los años sesenta, desearía poder decir algo bueno sobre los años sesenta, pero, en realidad, apestaron. Excepto los Beatles, por supuesto. Lo hicieron soportable. Uh, ¿qué más había? Lo de los misiles cubanos, caminamos en la luna —hizo una pausa por un momento. —Ahí estaba Watergate.

—Watergate fue en los años setenta, Ric —Elena se corrigió: —Yo... quiero decir, Sr. Saltzman.

—Cierto —murmuró —Todo se mezcla aquí arriba, los años sesenta, setenta. Gracias, Elena.

────

UNA VEZ QUE LA CLASE TERMINÓ, los estudiantes comenzaron a salir corriendo a almorzar. Klaus se sentó en la mesa del profesor y los vio irse, sus ojos se detuvieron en Elena un poco más mientras ella salía y no pudo evitar la sonrisa que apareció en su rostro.

—Eso es espeluznante —una voz lo sobresaltó haciendo que su cabeza girara en esa dirección para encontrar a Emery todavía sentada en su asiento, con el lápiz aún entre los dedos.

—Todavía estás aquí —murmuró Klaus en voz baja. —¿Por qué no te has ido? Es el almuerzo.

—Estoy haciendo algo", —respondió ella, sin mirarlo mientras miraba su dibujo. Era un lobo, la cabeza de un lobo. Siempre ha amado a los lobos aunque nunca ha visto uno frente a ella. —Y nunca voy a almorzar. Siempre me quedo aquí, lo sabes.

—Cierto, cierto —Klaus se aclaró la garganta mientras miraba a la chica, intrigado. —¿Qué estás dibujando?

—Un lobo —respondió ella, mirándolo con una sonrisa —¿Quieres ver?

—¿Seguro Por qué no? —Klaus se dirigió hacia su mesa y miró su cuaderno. —Eso no está mal, en absoluto, en realidad. ¿Puedo? —hizo un gesto hacia el cuaderno de bocetos ganándose un asentimiento de ella. Lo agarró y miró más de cerca el dibujo antes de decidir pasar la página, sus ojos vieron un dibujo muy familiar.

Era una pluma de la que salían pájaros volando. Su tatuaje. Las cejas de Klaus se levantaron ante eso. —¿Dónde viste esto? —volvió a colocar el dibujo sobre la mesa, permitiéndole mirar.

—En mis sueños —respondió ella con un pequeño encogimiento de hombros.

—Y el lobo —comenzó Klaus, dándole una mirada escéptica. —¿Tú también viste eso en tus sueños?

—Sí —asintió. —Es bastante raro. Pero lo que sea. Raro es normal en Mystic Falls, ¿verdad?

Klaus solo tarareó en respuesta, mirando su tatuaje confundido. —¿Tomaste arte?

—Uh- —inclinó la cabeza hacia un lado, con una mirada confundida en su rostro. —No. Ya me preguntaste eso antes. ¿Estás bien? Estás siendo raro, más que de costumbre.

—Estoy bien —le restó importancia, recordándose a sí mismo que debería permanecer en el personaje. —Es solo que...

—¿Es tu pelea con Jenna? —preguntó Emery ganándose un asentimiento de Klaus que no sabía qué decir. No podía arriesgarse a hacer estallar su tapadera.

¿Por qué Katherine no le habló de ella? ¿Quién era ella? Él se preguntó.

—Va a estar bien—aseguró, colocando su cuaderno de bocetos en su bolso. —Creo que deberías decirle antes de que se entere por otra persona.

—¿Crees? —preguntó Klaus, una nueva idea se formó instantáneamente en su cabeza. Si ella supiera.

Ella tarareó y asintió con la cabeza. —Ella quiere la verdad, así que también podrías dársela, ¿no?

—Bien —Klaus le dio una pequeña sonrisa. —Gracias por esta maravillosa idea, amor.

—¿Desde cuándo llamas a la gente 'amor'? —preguntó con curiosidad, sin sospechar nada.

Klaus se mordió la lengua cuando se dio cuenta de su desliz. —No lo sé. Olvídalo.

Revisó su teléfono antes de dejar escapar un suspiro ante el mensaje: —Me tengo que ir. Adiós, Ric. Te veré mañana.

—¿No vendrás al baile? —preguntó Klaus, levantando ligeramente las cejas a lo que ella negó con la cabeza,

—No, los bailes no son lo mío. Pero diviértete.

Luego salió del salón de clases, sin escucharlo murmurar. —Claro que lo haré—en voz baja. Estaba ansioso por ese baile.

CURSED WITCH -klaus mikaelsonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora