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PARECE FAMILIAR, ¿no? —preguntó Klaus mientras entraban a un bar.

Emery se sentía mejor, se había duchado en el último motel por el que pasaron y había dormido un poco junto con la comida. Ya no sentía que fuera a morir, pero eso era sólo un sentimiento.

—No puedo creer que este lugar todavía esté aquí —Stefan murmuró, mirando a su alrededor justo cuando una anciana hacía notar su presencia.

—Tienes que estar bromeando.

Klaus sonrió, —Entonces un híbrido entra en un bar y le dice al camarero...

—Para —Gloria lo interrumpió: —Puede que seas invencible, pero eso no te hace gracioso —ella miró a Stefan. —Te recuerdo.

—Sí —Stefan frunció el ceño, —Tú eres Gloria. ¿No deberías estar...?

—¿Vieja y muerta? —Gloria se le adelantó, —Ahora si muero, ¿quién dirigirá este lugar, eh? —sus ojos se posaron en Emery, que se había permitido sentarse en una de las mesas. Los ojos de Gloria se abrieron ligeramente, —Una bruja Grant.

—¿Cómo puedes saberlo? —Emery le preguntó a la mujer mayor quien permitió que una sonrisa apareciera en su rostro.

—Te pareces a tu madre. Tienes sus ojos. Se acercó a la chica de dieciocho años, —Y puedo sentir una cantidad incontrolable de magia irradiando de ti.

—¿La conocías bien? —Emery preguntó: —Mi madre.

—Oh, sí —ella asintió, —Incluso conocí a tu abuela. Éramos amigos. ¿Qué edad tienes? ¿Dieciocho? —cuando Emery asintió, sus rasgos se contrajeron en uno de lástima: —Lo siento.

Emery odiaba esa mirada que estaba recibiendo. Chasqueando la lengua, saltó de la mesa: —Necesito un trago.

Gloria suspiró pero asintió de todos modos. Señaló el mostrador, —Hazlo.

—Gracias —murmuró y se acercó mientras Klaus fruncía el ceño ante lo que decía Gloria.

Se preguntó por qué se estaba disculpando. Sin embargo, él tenía cosas más importantes que hacer. Volviéndose hacia Stefan, habló: —Gloria es una bruja muy poderosa.

—Puedo retrasar un poco el envejecimiento —aclaro. —Hierbas y hechizos. Pero no te preocupes, algún día ella me alcanzará.

—Stefan, ¿por qué no vas y nos preparas algo detrás de la barra? —preguntó Klaus, señalando con la cabeza hacia donde estaba sentada la bruja con una botella de bourbon. —Y quítale eso de las manos. Lo último que quiero es que se emborrache.

—Sí —murmuró Stefan, caminando hacia la barra, —Seguro.

Klaus se volvió hacia Gloria y dijo: —Por cierto, estás impresionante.

—No lo hagas —Gloria puso los ojos en blanco y se sentó mientras Klaus se sentaba frente a ella, —Sé por qué estás aquí. ¿Un híbrido que quiere hacer más híbridos? Ese tipo de noticias viajan".

Stefan le quitó la botella a Emery, lo que le hizo gemir: —¡Oh, vamos!

—Ya has tenido suficiente —Stefan sacudió la cabeza: —No te querríamos borracho ahora, ¿verdad?". ¿Cómo te sientes?

—Estoy bien —murmuró encogiéndose de hombros.

—¿Estás seguro? —él entrecerró los ojos hacia ella con incertidumbre, —Sabes, Klaus dijo que Gloria es una bruja poderosa.

—No lo hagas —ella interrumpió, sabiendo a dónde iba con esto, —No hagas eso. Si me vas a dar falsas esperanzas, me dolerá más cuando no funcione.

—Emery, sólo piensa en...

—Stefan, detente —ella le lanzó una mirada, —Ya lo acepté, ¿de acuerdo? Déjalo.

Stefan suspiró, apretando la mandíbula, pero luego suspiró y asintió, decidiendo respetar sus deseos, —Está bien, está bien.

—Gracias —ella le quitó la botella sólo para retirarla con una mirada severa.

—No.

—Sí.

—No —Stefan puso los ojos en blanco y lo dejó a un lado: —No seas una niña.

—Me estás tratando como a uno ahora mismo, ¿lo sabías?

Stefan no dijo nada y decidió escuchar a escondidas la conversación de Klaus y Gloria, colocando un dedo en sus labios para decirle a Emery que se callara, lo cual hizo poniendo los ojos en blanco, sabiendo lo que estaba haciendo.

—Obviamente hiciste algo mal. Mira, cada hechizo tiene una laguna, pero una maldición tan antigua... —Gloria dijo: —Tendríamos que contactar a la bruja que la creó.

—Bueno, esa sería la bruja original —Klaus se reclinó en su asiento, —Y está muy muerta.

—Lo sé. Y para poder comunicarme con ella, necesitaré ayuda. Tráeme a Rebekah —Gloria dijo justo cuando Emery notó una pintura en la pared. Saltó del mostrador y lo arrancó de la pared. Ella inclinó la cabeza hacia un lado mientras lo miraba fijamente. Era una foto de Klaus y Stefan, abrazándose, ambos luciendo bastante felices.

—Stefan —Emery comenzó burlonamente: —No me dijiste que tú y Klaus eran algo.

—¿De qué estás hablando? —Stefan frunció el ceño ante sus palabras y tomó la foto de sus manos. Su ceño se profundizó ante la foto antes de decidir llevársela a Klaus. —¿Qué es esto?

—Bueno, ya te lo dije, Stefan —Klaus habló: —Chicago es un lugar mágico.

—Pero este soy yo —él le mostró la foto. —Contigo.

CURSED WITCH -klaus mikaelsonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora