No podía dejar de besarla, pasé mis manos por cada rincón de ella. Empezaron por sus mejillas, después bajaron a su cuello y luego su espalda, y así hasta que la atraje más a mi aunque fuera prácticamente imposible.
Nos separamos del beso bastante agitadas y Minjeong me miró a los ojos.
—¿Y... y este beso? —preguntó confundida.
—No sé... —susurré.
Ella pasó su pulgar por mi labio inferior y me lo delineó delicadamente. Mis labios se entreabrieron pidiendo a gritos otro beso.
—Te mereces algo mejor que yo... —susurró mirándome los labios.
—No me digas lo que me merezco o no... —me acerqué un poco más a ella—. Solo yo puedo decidir eso.
—Lo siento por todo lo que te hice.
—Deja ya de hablar y bésame otra vez...
—Vale —susurró lanzándose de nuevo a mis labios.
Empezamos a besarnos de nuevo mientras caminábamos hacia atrás, no sé que estábamos haciendo, que probablemente mañana lo pensaria todo detenidamente y me odiaría por haberlo hecho. Pero ahora mismo solo quería continuar el beso de manera desesperada... Agarré la mano de Minjeong y me separé, ella me miró confundida pero yo comencé a subir la escalera hacia el piso de arriba y ella me siguió.
Nada más llegar arriba empecé a besarla de nuevo. Hacía tanto tiempo que no hacia esto, tanto tiempo que no la besaba. Entramos en la habitación y cerré la puerta con el pie cayendo directas sobre la cama.
Acabé sobre ella mientras seguía besándome. Sus labios bajaros a mi cuello y dejó varios mordiscos sobre él.
—Ah.... Minjeong...
Ella se incorporó y poco a poco desabrochó mi pantalón, me lo quité rápidamente para volver a traerla hacia mis labios.
Ella se incorporó agarrándome de la cintura y acabé sentada en su regazo. Sabía perfectamente en dónde iba a terminar esto y la verdad... No me importaba.
Pasó sus manos por mi cabello echándomelo hacia atrás y se quedó unos segundos mirándome a los ojos. No intenté nada, me quedé igual que ella, observándola.
Ahí estabamos, con la respiración agitada mirándonos a los ojos, como si hubiéramos esperado este momento toda la vida.
Ella me acarició el rostro lentamente haciendo que mi corazón se acelerara.
—Eres lo más bonito que me ha pasado en la vida —me susurró.
Yo sentí mis ojos llenarse de lágrimas porque nunca nadie me había dicho algo tan bonito nunca. Le sonreí y muy despacio le dejé un beso lento sobre los labios.
Comenzamos a besarnos de nuevo pero esta vez más delicadamente, esta vez solo quería sentirla y que se hiciera infinito. Sus labios recorrían cada parte de mi piel, pasaban por mi cuello y a mi me subía un escalofrío por dentro.
Yo aún seguía sentada sobre ella, en ese momento noté como su mano hacía presión contra mi centro y un pequeño gemido se escapaba de mi boca. Ella empezó a mover sus dedos en círculos haciendo fricción y yo sentía que comenzaba a flaquear.
Ella llevó sus labios de nuevo a los mios y la besé con hambre. Entonces metió sus dedos dentro de mis bragas y en el momento que hizo contacto con mi clitoris gemí en voz alta.
—¡Ahhh!...
Ella movia sus dedos torturándome y mi cadera empezaba a balancearse sobre ella. Llevé mis labios a su cuelo y lo lamí, lo mordisqueé y jugué con el intentando torturarla a ella de la misma manera, supe que lo estaba logrando cuando le di un vistazo y tenia los ojos cerrados.
—Siempre te dije que era tu punto débil... —susurré en su oído—, me reafirmo —sonreí pícaramente.
Entonces ella, con una sonrisa en el rostro, me besó de una manera intensa y en medio de aquel beso introdujo dos dedos en mi interior haciéndome gemir del placer repentino.
—¡Min..Minjeong! —exclamé en medio del gemido.
—No me hagas eso en el cuello... —dijo como pudo.
—Me gusta hacerlo...
Le di una lamida lenta en su cuello mientras ella aumentaba sus movimientos en mi interior. Si ella me provocaba, yo también lo iba a hacer.
—Más rápido ... —gemí.
Ella aumentó sus movimientos al mismo tiempo que mi daba pequeñas caricias torturadoras en el clitoris con su pulgar. Había olvidado lo bien que lo pasaba con Minjeong en la cama, y lo excitante que era...
Ella me levantó sobre sí misma y me recostó en la cama. Sacó los dedos de mi interior y la miré seria, no es que me hubiera enfadado pero no me hizo especial gracia. Entonces me quitó las bragas de golpe y me abrió las piernas dejando todo mi centro al descubierto.
—Joder... Por favof... —dije casi retorciendome en la cama.
Si no hacia algo en ese momento, lo haría yo misma.
Ella bajó directa a mi clitoris y lo succionó sin apenas avisar, mi cadera se elevó del placer que sentí en ese momento.
—¡D-Dios, ah...! ¡Min...!
Ella siguió lamiendo y succionado a su antojo mientras me agarraba de las caderas para que no pudiera moverme. Me sentía como si estuviera atada en una silla, solo que esa silla solo me causaba placer y placer.
—Más... Más por favor...
Noté como aumentaba los movimientos y fue ahí cuando volvió a introducir sus dedos en mi interior s la vez que me seguía lamiendo el clitoris. Mi cuerpo no lo resistió más y terminé corriéndome.
—¡Ahhhhh Minjeong...!
Podía escuchar mis propios latidos en ese momento. Me quedé quieta unos instantes, ella salió de mí y subió sus labios a los mios para besarme de nuevo.
Acababa de tener sexo con mi ex novia, cuya persona desapareció hace cuatro años dejándome sola, literalmente. Pero no era arrepentimiento lo que estaba sintiendo... A pesar de no saber nada de su vida, lo que ella me hacia sentir era algo inexplicable y bueno, la vida a veces esta hecha para hacer lo que uno siente.
Ella se recostó en la cama y me abracé a su pecho. No dije nada, simplemente me quedé ahí abrazándola mientras ella me rodeaba con sus brazos y yo me sentía protegida, aunque fuera solo por unos minutos.
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once again | winrina
FanfictionCuando el amor se va, el dolor se queda. Karina lo sabía muy bien. Es lo que sucede cuando la persona que amas, de la noche a la mañana, se marcha de la ciudad sin avisar o despedirse. Ahora, cuatro años después, Minjeong regresa a Bristol con un n...