Llegué hasta donde estaban ellos y me senté de piernas cruzadas. No me importaba la tierra ni que probablemente acabaría manchada, mi única preocupa era sentirme cómoda una vez más.
Dejé a la derecha tres jazmines, sus favoritos. También puse junto a los jazmines un par de dados. Esbocé una sonrisa.
—Hola mamá, hola papá. Os he traído un par de cosas. A ti mamá te traje jazmines, sé que el olor de gusta así que espero que este también —sonreí entre lágrimas—. A ti papá te traje los dados negros. Úsalos allí arriba, sé que los adorabas.
Me sequé las lágrimas como pude.
—A veces sigo sin creerlo y han pasado años. A veces tengo la sensación de que voy a entrar a casa y voy a veros preparar la cena, o jugar a responder preguntas de los programas de televisión. A veces fantasear es más sencillo.
Suspire pesadamente. Alcé la mirada y a lo lejos podía verse el paseo central del cementerio, donde estaba lleno de bancos. Ahí la recordé una vez más.
—¿Sabéis? Conocí a alguien —sonreí—. Nunca había sido tan feliz, nunca había querido tanto a alguien. Aunque probablemente ahora mismo me este odiando, ojalá supiera que gracias a ella me levanto cada mañana con ganas de seguir —negué con la cabeza—. Ya sé que lo que estáis pensando, incluso puedo imaginar lo que me habríais dicho, pero mamá... He encontrado a la chica con la que quiero pasar el resto de mi vida.
Me sequé las lagrimas y acerqué mi mano a la pequeña foto que había en la lápida. Salían papá y mamá abrazados.
—Voy a volver a Bristol. Sé que es muy probable que no vuelva a querer estar conmigo pero... —suspiré— Haré lo que haga falta para que me perdone.
La brisa de viento me movió el pelo, me lo volví a acomodar. Me puse en pie sin apartar mi vista de aquella lápida.
—La habríais adorado... Os habría encantado como nuera. Estoy segura de eso —sonreí—. Ojalá poder presentárosla algun día. Nada me harías más feliz.
Deje un pequeño beso sobre mis dedos y lo dejé en sobre la tumba.
—Os quiero muchísimo.
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once again | winrina
FanfictionCuando el amor se va, el dolor se queda. Karina lo sabía muy bien. Es lo que sucede cuando la persona que amas, de la noche a la mañana, se marcha de la ciudad sin avisar o despedirse. Ahora, cuatro años después, Minjeong regresa a Bristol con un n...