16: Celos en patines

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Minjeong

—¿De dónde has sacado este lugar? —preguntó Ningning confundida.

—Me aparecía en la guía como uno de los mejores bares de la zona —contestó Ryujin encogida de hombros.

Nos encontrábamos frente a un local del pueblo, cuyo lugar era visualmente... poco llamativo. La fachada se caía a trozos y no parecía llamar la atención, pero si es cierto que por el ruido y las luces parecía estar repleto de gente.

Al final optamos por entrar para ver qué era todo eso, y si se salía de nuestros planes entonces marcharnos de ahí lo antes posible.

Pero entonces cuando abrimos la puerta de aquel bar y vimos el ambiente la cosa cambió.

—¡Pero esto es super guay! —exclamó Chaewon.

—La verdad es que sí —añadió Karina.

Tenia diversas mesas, estaban casi todas ocupadas por gente de nuestra edad o más mayores, los camareros llevaban patines y un uniforme azul y rosa. También había un escenario donde la gente podía salir a contar chistes o demostrar su talento.

—¿Pillo una mesa? —nos preguntó Ryujin.

Todas asentimos hasta seguirla. Estuvimos buscando y al final una pareja se marchó y se quedó libre la mesa. No tardamos en ocuparla.

—Por poco.

—Esto es como las películas de comedia romántica, a ver si aparece mi amada por aquí —comentó Ryujin.

Le di un vistazo a Karina que seguía observando todo su alrededor.

—¿Te gusta? —le susurré. Ella sonrió.

—Sí, es bastante acogedor. ¿A ti te gusta?

A mi me gustas tú, pensé.

—Sí, también. Le estoy cogiendo el gusto a esto de estar aquí.

—Pues nos queda poco. Aprovéchalo —sonrió.

No me tientes.

—¿Poco?

—Sí, mañana a la noche nos vamos.

—Dios... Se me ha pasado rapidísimo —contesté.

—Por eso tienes que disfrutar.

—Eso haré —guiñé.

Pues claro que lo haré, en cuanto pueda besarte de nuevo de la manera mas lenta y torturadora posible. En cuanto pueda sentirte otra vez aunque sea en la habitación, pues claro que lo haré. Pero quiero más, contigo quiero todo... Y me aterra que tu no quieras más cuando lo sepas todo.

La camarera se acercó a nosotras en patines mientras sacaba el bolígrafo y su libreta.

—Hola chicas, ¿qué queréis tomar?

—A mi ponme un mojito cargado —dijo Giselle.

—A mi otro —añadió Ningning.

—Yo un martini, ¿tu quieres? —preguntó Karina a Chaewon. Ella asintió.

—Pues... —Ryujin se quedó pensativa—. Yo quiero chupito de tequila, y pon algo para picar al centro.

—Marchando —noté la mirada de la camarera sobre mí—. ¿Y tu, linda? ¿Qué quieres tomar?

Escuchar aquel adjetivo de manera tan natural me hizo ponerme un tanto nerviosa y no entendía muy bien por qué. Quiero decir, la chica era guapísima, pero me ponía mas nerviosa saber que tenía a Karina a mi lado.

once again | winrinaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora