Ya hace más de 3 horas que llegue a mi castillo, descanse un poco, tuve unas reuniones y al parecer no tengo más que hacer aquí. No suelo aburrirme tan fácil, ahora que lo pienso jamás me he aburrido, normalmente estoy tan ocupada que no tengo tiempo para nada, pero que puedo hacer ahora, me paseaba por el castillo cuando escuché al ama de llaves.
— No tenemos carne fresca y a la señora le gusta la carne fresca, tenemos que ir a comprar.
Plan perfecto, me entro la necesidad de ir a comprarla, problema que no sé donde van a comprarla, pero es una idea para salir de aquí.
— Hola, iré yo por la carne, así sirve que veo de donde sacan la carne que como— esto lo dije para que no sospechen que quiero salir a como dé lugar.
Veinte minutos después de que me den órdenes —a mí me dan órdenes carajo— aquí estoy en el supermercado buscando las carnes que no sé donde están. Pasó el pasillo de las bebidas, ¿será buena idea llevar un vino? No lo sé normalmente, tomo sangre, creo que llevaré por si un día me apetece, luego el pasillo de las verduras, sin duda no entraría ahí, de pronto veo las carnes, al fin las encontré.
Me encontraba pidiendo las carnes cuando de pronto siento ese característico aroma vainilla, no puede ser siempre me la debo encontrar aquí, hice algo que no tendría que hacer, pero me da igual, nadie puede conmigo. Use mi vista para ver donde estaba, pero ¡mierda! No la veía, pero sin duda era ella por su olor, entre en desesperación me decidí a buscarla, pero la vi a lo lejos, se ve tan hermosa con su uniforme, es el mismo que andaba ayer, ¿será que no tiene donde vivir? Tonterías como no tendría si es doctora y tiene un buen empleo.
Se ve tan delicada, algo extraño porque no siento su pulso, no la vi solo sentí su aroma, porque será esto, no lo comprendo, pero ahí estaba ella luciendo de lo más normal haciendo sus comprar, en cambio, yo aquí como una completa acosadora viéndola desde lejos.
— Carajos me vio— tuve que esconderme porque su mirada dio donde yo estaba.
Luego ya no la vi, ya me dirigí a pagar, la mujer que me atendió no dejaba de verme, así que le sonreí con mi perfecta sonrisa.
Saliendo de ahí la vi, estaba metiendo las bolsas en su auto y murmura, no sé qué tampoco logro escucharla carajo qué pasa conmigo, decidí acercarme para escuchar, pero veo como se le rompen las bolsas y salen por todos lados los limones, casi me pongo a reír, estaba tan roja del enojo que no se dio cuenta cuando me acerqué. Aclare mi garganta.
— Creo que deberías tener más cuidado antes de que mates a alguien— levantó su rostro y pude ver más a detalle, tiene un poco de pecas, se ve hermosa, pero que estoy pensando — ayer me chocaste 2 veces, hoy casi me caigo por uno de tus limones— por Drácula verla de esta manera desde aquí arriba es una imagen que no podré quitarme de mi mente ¡carajos! Es más hermosa de lo que creí— si sigues así creeré que quieres matarme.
— ¡Oh! No, no, claro que no, solo son accidentes, jamás querría matar a alguien— dijo esto ya levantándose, al fin, no podía soportar más — por favor discúlpame por lo de ayer y lo de hoy.
— Vaya, parece que ese director no te paga muy bien— lo dije más para fastidiarla, me divierte ver su rostro cuando sus cejas se juntan— lo digo porque aún andas con tu uniforme de ayer y ya casi es medio día.
Veo como se queda pensando, y yo trato de averiguar qué es, pero no de nuevo no puedo leer su mente, no puedo escuchar su corazón, no sé qué me pasa porque se me hace difícil con ella. No sé qué podría ser.
— Si me pagan bien, solo tuve un contratiempo— me dijo esto un tanto sería— pero nuevamente discúlpame, por casi matarte— claro note su sarcasmo, si supiera que no puede hacerme daño.
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Mirada Carmesí
VampireKamilla Drácula, una vampira de mas de 200 años. Egoísta, egocéntrica, estricta. En el fondo una mujer con un pasado oscuro, el destino le jugará una mala pasada, dejando en desventaja su propia vida. Sofía Miller, una mujer de 26 años de edad, con...