- Niña insolente - le grito - aún no has aprendido a respetarme, tu padre te pondrá en tu lugar.
- Quiero ver siquiera que la pongan en sus malditos pensamientos, usted, su marido y quien sea que se atreva hacerle algo a Sofía y Alexia se las verá conmigo - me acerque a ella - no quiere conocerme cuando me pongo creativa.
Sus ojos vagaban por todo mi rostro, le sonreí y me acerqué más a ella.
- Sé lo que hizo y lo que Patrick hizo - susurre - se ha preguntado ¿dónde está el hombre que abuso de su hija? Muerto, se lo aseguro - su respiración estaba errática - dígale a su esposo que venga a buscarme en 20 minutos al estacionamiento, no haga que vaya por él.
Me quedo viendo con temor, su corazón estaba a punto de estallar y sus pensamientos eran que yo la mataría, que Sofía estaba en peligro y que a su marido no le iba a gustar nada. Miro a Sofía y se fue, le tome la mano y la arrastre a los pasillos.
- ¿Qué le dijiste? - empezó con sus preguntas
- Nada - le dije - no podre quedarme, tengo que ir a la oficina y arreglar unos asuntos.
- ¿De verdad no me dirás?
- No le dije nada - debería de estar feliz, su madre ya no la molestará - regresa con Felipe.
- Está bien.
No pude controlar mi instinto depredador, ella me pertenecía, nadie me la quitaría y mucho menos la lastimarían si yo estoy viva. La besé con furia, quería meterla dentro de mí y así nadie ni siquiera la vería, mis demonios amenazaban con salir y podía destruir todo el mundo y rehacerlo solo para Sofía.
- Me voy - solté sus labios - cualquier cosa me llamas.
- Si.
Salí despavorida de ese lugar, no podía controlarme, quería regresar y matarla, por haberme insultado, por haber insultado a Sofía y por haber nombrado a Alexia. Tengo más que confirmado que Sofía me esconde algo y ese algo tiene que ver con su hija, su madre me lo dirá, sé que ella lo sabe, pude entrar en su mente y ver una niña pequeña, frágil y enferma, una Sofía llorando y suplicando, pero ¿Que tiene Alexia? Ella parecía tan normal, tan sana, dudaba que sea la misma niña.
Llegue hasta mi auto y quede fuera de él, esperando al padre de Sofía, yo sabía como era lo había visto en una foto en la casa de Sofía, solo esperaba que cumplieran y no me hicieran regresar.
- Hola - llego a tiempo.
Era un hombre mayor, canoso y un poco gordo, tenía bigote y usaba gafas.
- ¿Benjamín Miller? - sabía que era él, solo quería que confirmara.
- Si - me miro mal - mi mujer dice que la amenazo, ¿acaso no sabe quiénes somos?
- Me importa un carajo quienes sean - me hice a un lado - entre.
El primero miró a todas direcciones, no quería entrar, pensaba que le haría algo y en otra ocasiones sí que lo haría, pero en este momento solo quería otra cosa, al final entro al igual que yo.
- Tengo una propuesta - hablé primero.
- ¿De qué trata? - seguía serio.
- Conseguiré el riñón para su hija - suspiré - a cambio ustedes desaparecerán de la vida de Sofía.
Ahora su rostro había cambiado, era de sospecha y admiración.
- ¿Cómo hará eso? - pregunto incrédulo.
- Tengo mis contactos - miré al frente - ¿tenemos trato?
- Mi hija necesita el riñón cuanto antes - comenzó hablar - Sofía y su hija son las únicas que pueden donar, mi esposa ella es diabética y yo solo tengo uno.
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Mirada Carmesí
VampireKamilla Drácula, una vampira de mas de 200 años. Egoísta, egocéntrica, estricta. En el fondo una mujer con un pasado oscuro, el destino le jugará una mala pasada, dejando en desventaja su propia vida. Sofía Miller, una mujer de 26 años de edad, con...