Desde hace tantos años que no logro dormir tan bien, tan en paz, me he olvidado de todo lo que me rodea, me deje llevar y es que con Sofía es todo tan fácil.
Sentía una sensación de que alguien me observaba, tuve que abrir mis ojos para darme cuenta de que un par de ojos grandes y color miel me observaban curiosos, instintivamente agarre con más fuerza la sabana, solo llevaba una camiseta por debajo, en algún punto de la noche Sofía me obligo a ponérmela y ahora entiendo por qué.
- Buenos días - murmuré apenada.
- Buenos días - movió su cabeza de lado.
Nos quedamos calladas viéndonos la una a la otra, trate de leer su mente y todo era risas y gritos. Estaba extasiada de encontrarme de esta manera, se acercó más a mí y me tomo con sus dos manos el rostro, apretando mis mejillas.
- Te quedaste - afirmo - pensé que te habías ido.
- Bueno... si me quede - dije nerviosa - tu mamá me dio permiso.
Se acostó al lado donde Sofía había estado hace... bueno no sabía hace cuanto se había levantado, levanto sus manos al techo y comenzó a contarme qué había soñado, básicamente soñó que tenía un hermano y que se parecía mucho a su madre... yo solo la escuche atenta, no podía ni siquiera moverme, me sentía intimidada por una niña de 6 años.
- ¿Crees que mamá quiera tener un bebé? - me miro ahora a mí.
- No lo sé - de verdad que las ocurrencias de ella me llevaban al límite - deberías preguntarle.
- Para tener un bebé, mi mamá se debe casar, ¿verdad? - ahora si palidecí - pero sería con una chica o un chico.
- Dos chicas pueden tener un bebé - dije analizándolo desde mi perspectiva.
- ¿Sí? - me miro asombrada - ¿cómo? Mi maestra dice que los bebés nacen del amor de una mujer y un hombre.
Por Drácula, ahora que le decía.
- Es cierto - parpadeé viendo el techo - aunque también hay mujeres que cuando se aman pueden tener bebes.
Esta había sido la conversación más extraña y más interesante que había tenido en mi vida, nunca te imaginas estar hablando con la hija de tu novia, en la cama, recién levantada y media desnuda.
- ¿Tú amas a mi mamá? - se sentó para verme mejor.
- Eh... - mierda, mi mente estaba en blanco.
- ¿No? - bajo su cabecita.
- Claro que la amo - dije levantando su rostro - pero no le digas, aún no se lo he dicho.
- Está bien - aseguro energéticamente - si la amas y ella te ama, ¿cuándo tendrán un bebe?
No podía más con esta conversación, si seguía hablando sabía que metería la pata con ella, se me podía escapar algo, o si avanzaba mucho me haría más preguntas.
- Tu mamá, ¿dónde está? - pregunte cambiando de tema.
- Haciendo el desayuno - se bajó de la cama - me iré a cambiar, deberías hacer lo mismo, se pone furiosa cuando el desayuno está listo y no he bajado.
Camino hasta la puerta, regreso su mirada a mí y me sonrió. Cuando la puerta cerro, deje escapar todo el aire de mis pulmones, me lleve la sabana a la cabeza cubriéndome con ella, maldiciendo por lo bajo a Sofía por no haberme levantado. De los nervios que tenía ni siquiera pude bañarme, solo me cambie y lave la cara, tuve que buscar en todos los cajones del baño algún cepillo de dientes, hasta que encuentre uno, hice todo lo que debía hacer en el baño y salí de la habitación.
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Mirada Carmesí
VampireKamilla Drácula, una vampira de mas de 200 años. Egoísta, egocéntrica, estricta. En el fondo una mujer con un pasado oscuro, el destino le jugará una mala pasada, dejando en desventaja su propia vida. Sofía Miller, una mujer de 26 años de edad, con...