43 - Sofía Miller

7.6K 835 452
                                    

Una voz en mis sueños se hace presente, todo es tan confuso, estoy soñando con Kamilla, estamos acostadas en la cama, ella me cuenta sobre sus planes en unos años, yo tengo esa sensación en mi pecho de ser observada y justo cuando quiero levantar, una voz suave llega a mis oídos.

- Te amo ángel - sentí como la piel de mi frente se humedeció - siempre voy a amarte y cuidarte.

Mi cuerpo me mando descargas eléctricas a todo mi ser, debía despertar, abrí mis ojos de golpe, solo sintiendo el frío en mis mejillas, mire para todas las esquinas de mi cuarto y no había nadie, pero la ventana de mi cuarto estaba abierta, salí de la cama con la sensación de que algo malo iba a pasar, cuando salí solo logre ver una sombra en la calle, ¿es Kamilla?

- ¿Ella estuvo aquí? - hablé al viento.

Algo me decía que si estuvo aquí y su aroma me lo confirmaba. Regrese a mi cama y me acosté, pero algo rondaba en mi mente, ¿por qué no podía sentirla ya? Era como si nuestro vínculo se había apagado, anteriormente aunque ella estuviera lejos de mí, podía sentirla cerca, era como si una parte de ella estuviera conmigo, pero ahora, justo ahora, no podía sentir nada, solo un vacío y algo en mi pecho se volvía cada vez más helado.

Cerré mis ojos tratando de conciliar el sueño, pero como si fuera resorte me levante y corrí al baño, comencé a vomitar, no sabía como podía vomitar tanto ni siquiera había comido nada, pero mi cuerpo quería expulsar hasta mis entrañas, cuando me calme me quede sentada en la tapa del baño, tratando de asimilar esto.

- No - susurré - no puede ser.

Recordé que cuando estuve embarazada de Alexia había sido igual, pero no podía ser real, ella me dijo que no podía embarazarme, reí nerviosa, esto no podía estar pasándome, no ahora. Corrí y busqué en mi móvil el calendario, si recordaba cuál había sido mi último día del periodo, no había sido hace mucho, tan solo 2 días antes de su cambio y de eso solo había pasado una semana y media, era imposible que estuviera embarazada, aunque, y si ¿no es igual? Pero dijo que mi cuerpo no podía soportarlo, Mackenzie me dijo que todo lo que expulsara dentro de mí se moriría, no puedo estar embarazada.

- No, no lo estoy - me convencí a mí misma - solo son los hechos de todos estos días.

Regrese a mi cama y me quede sentada por todo lo que restaba de la madrugada.

- Por si las dudas me haré una prueba de embarazo - ya me estaba volviendo loca, hablaba conmigo misma.

Enumere todos los posibles escenarios.

1-. Yo diciéndole a Kamilla del embarazo.

2-. Huyendo de Kamilla porque podría quitarme al bebe.

Esa la borré de mi mente, ella jamás haría algo así.

3-. Casarme con ella y vivir felices.

Bueno, felices, felices no lo creo, aún hay cosas que me aterran.

4-. Que esto solo sea producto de mi imaginación y que no exista el embarazo y que nos separamos por mis miedos.

Si esta última era la más acertada.

Bufe y cubrí mi rostro con las manos, yo hui de ella, la lastime y con eso lastime también a mi hija. ¡Por Dios! En unas dos semanas es el cumpleaños de Alexia, ella había estado emocionada por celebrarlo en el castillo.

- Mierda - gruñí.

Justamente 2 días antes del cumpleaños de ella, era el cambio de Kamilla, solo de pensarlo mi mente comenzó a llevarme por un sendero oscuro y poco propio de una mujer, me sentía como gata en celo.

Mirada CarmesíDonde viven las historias. Descúbrelo ahora