Capítulo 33. La madre de Noelia.

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11:00h de la mañana. Oficina de Abraham.

Narra Abraham.

Abraham: esto ya está. - digo mientras termino de firmar unos papeles y se los entrego a mi secretaria. - Raquel, por favor, avísame cuando llegue el arquitecto que está llevando las obras de nuestro proyecto. Hoy quedé en hablar con él.

Raquel: esta bien señor, se le ofrece algo más?

Abraham: no Raquel, eso es todo gracias, puedes retirarte. - le digo amable y cuando se va reviso unos documentos en mi ordenador.

Al mediodía salgo con Tony de la empresa y vamos a comer a uno de nuestros restaurantes favoritos. Hablamos de todo un poco mientras comemos y cuando terminados volvemos a la empresa. En cuanto llego a mi oficina llamo a Noelia para saber como está y si necesita algo. Sonrío nada más escuchar su voz. Hablo un poco con ella hasta que tocan la puerta de mi despacho, me despido de Noelia diciéndole que la amo y mandándole un beso.

Abraham: adelante. - digo mientras dejo mi móvil encima de la mesa y veo entrar a Raquel.

Raquel: señor, a fuera hay una mujer preguntando por usted. Le he preguntado si tiene cita con usted y me dijo que no, pero dice que quiere verlo, que es muy urgente. - frunzo el ceño y asiento.

Abraham: esta bien Raquel, hazla pasar. - digo mientras me siento, Raquel la deja pasar y a los segundos veo entrar a una mujer no muy alta, con el pelo corto hasta los hombros y de color negro, la verdad que se parecía mucho a Noelia. - que se le ofrece señora? porque es tan urgente su visita?. - le digo amable y con una sonrisa. Ella me mira muy atenta y hace lo mismo pasando su mirada por mi despacho, me contesta volviendo su mirada a mis ojos.

Ana: soy Ana, la madre de Noelia. Tu prometida. - al escuchar sus palabras, mi sonrisa se quita de una forma lenta, ella sonríe de lado al ver mi reacción y se sienta enfrente de mi. - por su reacción veo que mi hija le ha hablado de mi y supongo que mal, no es así? aunque bueno, no me sorprende. Mi hija siempre me ha odiado.

Abraham: si una madre que es capaz de abandonar a su hija y de no preocuparse por ella en años... - su sonrisa se va en cuestión de segundos. - no cree que su hija tiene todo el derecho de sentir ese odio hacia usted? más bien debería de alegrarse, porque usted tiene una hija que a pesar de todo lo que le ha hecho, ella aún sigue pensando en usted. - su respiración era acelerada y me mira algo sorprendida, seguramente no se esperaba que yo supiera todo.

Ana: yo no abandoné a mi hija, ella se fue porque quiso. - me dice con voz y mirada seria.

Abraham: pero usted hizo algo para que ella se quedara a su lado? hizo algo para que su hija fuera feliz después de que ella perdiera a su padre? no verdad? Cuantas veces la llamó cuando ella decidió irse? Cuantos mensajes le ha mandado preguntando como está o si necesita algo? ninguno verdad? A eso también se le llama abandonar a una hija, señora. - digo mirándola a los ojos, ella se empezaba a poner nerviosa. - qué es lo que quiere? a qué a venido aquí?

Ana: solo quiero hablar con mi hija, quiero verla, saber como está... - me mira a los ojos y por unos segundos veo la mirada de Noelia reflejada en sus ojos, tenían el mismo color y la misma intensidad. - por favor, Abraham... - me quedo algo sorprendido cuando me llama por mi nombre dejando a un lado las formalidades. - necesito hablar con ella y yo se que tú me puedes ayudar. - su voz parecía triste y sus palabras demostraban sinceridad.

Abraham: si querías saber de ella, saber como está, porque no la has llamado? - ella agacha la cabeza unos segundos y me vuelve a mirar.

Ana: porque me da miedo su rechazo. Me da miedo que me rechaze. Yo sé qué desde que me volví a casar cambié mucho con ella, que la dejé de lado cuando murió su padre, pero en verdad lo hice por ella... yo sabía que ella y mi nuevo marido nunca se iban a llevar bien, por eso, cuando Noelia me dijo que se iba, la dejé ir. Porque soy su madre y una madre quiere lo mejor y la felicidad de su hija. - trago duro al escuchar sus palabras, se notaba que decía la verdad y que quiere a su hija.

Abraham: Ana... ella está muy dolida. No sé cómo reaccionará cuando le diga pero te prometo que haré todo lo posible por que ella acepte verte. De lo que si estoy completamente seguro, es que ella a pesar de todo te quiere y te echa de menos. Y lo se porque muchas veces me habla de ti, y a pesar de notar dolor en su voz cuando habla de ti, también noto cariño. - ella me mira con algo de brillo en sus ojos. - haré todo lo que esté en mi mano para ayudarte a que puedas ver a tu hija y que puedas hablar con ella.

Ana: muchas gracias Abraham. Sabía que no me iba a equivocar al venir aquí. - dice mientras se levanta, yo hago lo mismo y me acerco a ella.
Me da un pequeño abrazo y yo la abrazo también. - muchas gracias de verdad. - dice cuando nos separamos. Asiento con la cabeza, la acompaño a la puerta, suspiro cuando se va y cierro la puerta.

A los segundos mi cabeza empieza a pensar en Noelia. No sé cómo le iba a decir que su madre vino a visitarme y que me ha dicho que quiere verla, hablar con ella. Se que a pasar de todo, Noelia quiere mucho a su madre, es algo que nunca dejó de hacer, pero también sé, que se siente muy dolida y es algo que también entiendo por su parte. Suspiro mientras me siento y hago un esfuerzo en intentar concentrarme en el trabajo. Me daba miedo la reacción de Noelia cuando se lo diga. No sé cómo reaccionará, si lo tomará bien o mal, si aceptará ver a su madre... Lo que sí sé, es que confío mucho en Noelia, y sea cual sea la decisión que tome, se que lo hará por su bien.

La casa de los Mateo {AM}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora