Narra Noelia.Al día siguiente me despierto ya más descansada. Eran las ocho de la mañana y aún no me habían traído a Hugo, tenía unas ganas enormes de verlo y no separarme de él. Abraham se había quedado toda la noche conmigo. Él habló con una de las enfermeras y me dijo que para las nueve ya me lo traerían. Suspiro algo intranquila. Abraham sale del baño que había en la habitación del hospital, me mira y al notarme preocupada se acerca a mi.
Abraham: mi cielo, estás bien?. - se sienta en la cama y acaricia una de mis manos.
Noelia: si mi amor, es solo que estoy algo preocupada por nuestro hijo. No le veo desde que di a luz ayer por la noche...
Abraham: mi cielo no te preocupes, he hablado con las enfermeras cada dos por tres, hasta con el doctor y me han dicho que está muy bien. Solo lo tienen en observación y le están haciendo pruebas. - besa mi mano. - tranquila mi amor que dentro de una hora ya estará aquí con nosotros.
Sonrío ya un poco más tranquila y asiento con la cabeza, él me sonríe, me da un beso en los labios y me abraza. Abraham era el único que conseguía tranquilizarme cuando estaba nerviosa o preocupada, sus palabras, sus caricias, sus besos y sus abrazos me hacían sentirme bien y segura. Me abrazo a él y escondo mi cara en su cuello. La hora pasa más rápido de lo que esperaba cuando veo entrar a una enfermera a la habitación con una cuna como las que tienen en los hospitales. Deja la cuna al lado de mi cama, la enfermera lo coge y se acerca a mi con Hugo en brazos.
Enfermera: aquí tiene a su hijo.
Lo cojo con cuidado y sonrío con lágrimas en los ojos. Estaba con los ojos bien abiertos y se chupaba uno de sus pequeños deditos. Abraham se acerca a nosotros y acaricia su cabecita. Yo miro a la enfermera.
Noelia: está bien?. - la enfermera me mira sonriendo y asiente.
Enfermera: si señora, está perfecto. Enhorabuena, es un niño muy fuerte, sano y muy guapo. - sonrío emocionada.
Noelia: muchas gracias...
Miro a Hugo y beso su pequeña frente, a los segundos se pone a llorar y la enfermera me dice que es posible que tenga hambre. Ella me explica y me ayuda como darle el pecho, yo me sonrojo un poco cuando veo que me ayuda a sacarme uno de mis pechos ante la atenta mirada de Abraham, le miro y él me sonríe un poco emocionado. La enfermera me ayuda a acomodar mejor a mi hijo entre mis brazos y nada más acercarle mi pecho se agarra a el enseguida y empieza a comer, siento un poco de color pero a los minutos se me pasa. La enfermera se va después de explicarme como le debo de quitar los gases y me quedo sola con Abraham junto con nuestro hijo. Abraham se sienta a mi lado y pasa un brazo por mis hombros, no dejaba de mirar como nuestro hijo comía. Hugo tenía una manita encima de mi pecho del cual estaba tomando leche y Abraham se la acaricia con suavidad.
Abraham: es el momento más bonito e increíble del mundo mi cielo, es maravilloso verte dándole de comer.
Noelia: es mi deber mi amor, tenía muy claro desde el principio que quería darle el pecho, si podía lo haría. Y aquí estoy, es mi hijo y es mi deber.
Abraham me sonríe, me agarra suave de la barbilla y me besa. Hugo hace un pequeño ruidito como quejándose y le miro, se había soltado del pecho. Se lo acerco otra vez y se agarra enseguida a el comiendo con ansia, Abraham ríe divertido.
Abraham: pero que glotón eres mi campeón. - reímos los dos.
Noelia: ha salido a ti mi amor, tú comes a cada hora del día. - le miro. - no se como no engordas. - reímos y miro a Hugo. - no en serio, es igualito a ti mi amor... - susurro de forma dulce y sonrío.
Abraham: también tiene mucho de ti mi cielo, esas mejillas rosaditas son tuyas. - dice divertido y reímos, la verdad es que tenía razón.
Cuando Hugo termina de comer, Abraham lo coge mientras yo me guardo el pecho. Miro como Abraham le da palmaditas suaves en la espalda a nuestro hijo para que saque sus gasecitos y se ve que lo hizo bien, porque a los segundos Hugo soltó un eructo grandisimo. Abraham abre sus ojos como platos mientras me mira y yo rio.
Abraham: madre mía hijo, ni yo tengo esos gases. - río divertida al igual que Abraham.
Hugo termina de soltar sus gases y Abraham lo coge entre sus brazos. Yo me levanto con cuidado de la cama, cojo la mantita azul que mi madre nos regaló con su nombre bordado y me acerco a ellos. Tapo a Hugo con ella mientras está en brazos de Abraham y lo acuna con suavidad, Hugo hace pequeños ruiditos y poco a poco va cerrando sus ojitos, los cuales eran iguales que los de Abraham. Voy al baño y al salir le veo andando por la habitación mientras acuna entre sus brazos a Hugo para que se duerma. Me acerco a ellos y Abraham me sonríe.
Noelia: ya se ha dormido? - digo devolviéndole la sonrisa y miro a Hugo, el cual dormía tranquilo en brazos de su padre.
Abraham: si mi cielo, se acaba de dormir. - sonrío mirando a mi pequeño y le doy un beso en su manita.
Abraham le da otro beso pero esta vez en su cabecita y lo deja con delicadeza en la cuna, lo tapa bien y se acerca a mi. Rodea mi cintura con sus brazos y yo hago lo mismo con su cuello. Veía a través de sus ojos la felicidad que tenía, sus ojos brillaban de una forma muy especial. Al igual que los míos. Él junta nuestras frentes, me susurra un "te amo" de una forma tan bonita que me hace temblar entre sus brazos. Yo acaricio su nuca y también le susurro que le amo. En cuestión de segundos junta nuestros labios y nos fundimos en un beso lleno de amor.
Por la tarde vienen todos a visitarme y a conocer a Hugo. Mi madre se emocionó muchísimo al verlo y yo también al verla cogiéndolo en brazos. Fue uno de los momentos más emotivos de toda mi vida, ver a mi madre con su primer nieto en sus brazos. A Maria también se le escapó alguna que otra lágrima cuando mi madre dejó que no cogiera y Tony y Andrea también estaban muy emocionados. Pero los que si lloraron de emoción y de alegría, fueron Aiden y Elena. Aiden estaba feliz con su pequeño sobrinito y Elena no paraba de tocarlo y besarlo. Se quedaron un buen rato con nosotros y después nos despedimos de ellos. También me despedí de Abraham, mi madre le convenció de irse a casa a descansar. Me despido de él con un beso y un abrazo lleno de cariño y él se despide de Hugo con un beso es su cabecita y diciéndole que lo quiere. A mi me mira por segunda vez y acaricia mi mejilla.
Abraham: descansa mi cielo, mañana vengo a veros.
Noelia: vale mi amor, tú también descansa. Te amo. - sonríe en mis labios.
Abraham: yo también te amo mi cielo, os amo.
Sonrío enamorada y me da otro beso, le da otro a nuestro hijo y se acerca a mi madre. Se despide también de ella con un beso en la mejilla y un abrazo y se va cerrando con cuidado la puerta de la habitación del hospital. Mi madre se acerca a nosotros y coge a Hugo de mis brazos para ponerlo en la cuna, ya se había dormido. Miro Hugo como duerme mientras mi madre se sienta a mi lado en la cama y pienso en la sorpresa que me dieron al venir todos a visitarme y a conocer a Hugo. Sin duda, verlos así de emocionados y felices con el nacimiento de mi hijo me hacía sentir la persona más feliz y querida de este mundo.
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La casa de los Mateo {AM}
Fiksi PenggemarElla una chica dulce y cariñosa. Él un hombre serio y cortante. ¿Qué pasará cuando ellos dos se conozcan? ¿Logrará ella traer paz y felicidad a la casa de los Mateo después de la tragedia que le ocurrió a esta familia? Descúbrelo en esta historia...