Capítulo 3. Primer Contacto.

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Narra Abraham

Estaba revisando unos papeles e intentando concentrarme en unos asuntos de la empresa de papá.
Suelto un suspiro y levanto mi mirada hacia el cuadro que hay en la pared del que antes era el despacho de mi padre. Sonrío con tristeza al ver el cuadro... Eran mi padre y mi madre juntos. Me acuerdo que esa foto se la hicieron en una sesión de fotos.
"Mamá... Papá... ¿Por qué? ¿Por qué os habéis ido? os necesitamos tanto....".

Suelto otro suspiro y sigo trabajando.
Tengo que sacar adelante a esta familia, la empresa en la que mi padre a trabajado tanto, sacar adelante esta casa... Se que si mi padre estuviera aquí conmigo, estaría muy orgulloso de su hijo de 24 años y de sus otros hijos. Mis hermanos están siendo muy fuertes, diría que incluso más que yo.

Estaba firmando unos papeles y revisaba otros cuando escucho que alguien toca la puerta. Iba a decir que no quería que nadie me molestara cuando escucho la voz de María.

Maria: cielo, soy yo. María - sonrío al escucharla, era raro en mi que yo sonriera.

Abraham: pasa... - digo mientras sigo revisando los papeles. Levanto la mirada y la veo parada delante de mi con una sonrisa - pasa algo María?

María: En el salón están tus hermanos con... la nueva niñera - abro los ojos sorprendido.

Abraham: Co... como...? - ella asiente sonriendo de oreja a oreja. Entiendo su felicidad. Estaba siendo difícil encontrar una niñera para mis hermanos. Muy difícil. Solo espero que esta sea la definitiva.
Me levanto rápido de la silla y salgo del despacho, sentía los pasos de María detrás de mi.
Llego a la sala y veo a una chica que estaba de espaldas a mi con mi hermana pequeña en brazos. Miro a María que está detrás de mi y ella me sonríe. Miro a mis hermanos que me miran también y sonríen de una manera que jamás había visto. En ese momento es cuando ella se da la vuelta haciendo que su pelo largo y negro se mueva de una forma bonita. Tiene puesto un vestido blanco y en su cara había una sonrisa que dejaba ver sus dientes blancos y perfectos, y que decir de sus ojos... unos ojos marrones que al segundo de mirarlos te transmitían paz y alegría. A pesar de sentir todo esto al primer segundo de verla, mi cara no transmitía ni una gota de emoción. Solo seriedad y madurez. Desde que murieron mis padres, mi cara siempre transmitía eso. No voy a negar que la chica es muy bonita y transmitía buena vibra, algo que también hizo sentir a mis hermanos, en especial a mi hermana pequeña. Desde que pasó lo de mis padres, Elena no se acercaba a nadie y mucho menos a desconocidos. Los primeros meses no hablaba nada y casi ni comía. Ahora parece que habla un poquito más pero no pasa del sí, no, no quiero, hola y adiós pero el tema de la comida gracias a dios lo lleva mejor. Veo como ella baja a Elena de sus brazos, la deja con cuidado en el suelo y se acerca a mi. En segundos me invade el olor de su perfume, un olor dulce a rosas.

Noelia: hola, mucho gusto - dice ella sonriendo ampliamente y me ofrece su mano. - soy Noelia García - dice algo rápido, se nota que esta un poco nerviosa. Yo tomo su mano y en ese momento nuestras miradas chocan por primera vez. Sentí una corriente eléctrica en cuanto toqué su mano y a ella parece ser que le pasó lo mismo porque sentí como se estremecía.

Abraham: encantado, Noelia. Yo soy Abraham, el hermano mayor de mis hermanos y el dueño de esta casa - ella se queda mirándome muy concentrada en cada palabra que digo y me sonríe de una manera muy dulce, lo que provoca que me salga una pequeña sonrisa de lado. Ella lleva su mirada a mis labios y enseguida me pongo serio soltando su mano con suavidad. - bien señorita García. por favor, acompañeme a mi despacho - me hago a un lado para dejarla pasar, ella asiente con la cabeza y miro a mis hermanos. Ellos me miraban y me hacían señas de súplica, menos Alicia y Elena.
Alicia desde que murieron papá y mamá, tenía esa idea de que nadie podía reemplazar el cuidado y el amor de una madre como lo fue el de la nuestra. Y Elena porque desde eso, es muy tímida y miedosa. Siempre lo ha sido, pero ahora lo es más. Voy al despacho y ahí estaba Noelia esperándome de pie, entro y cierro la puerta detrás de mi.

Abraham: tome asiento por favor - ella asiente y se sienta enfrente de mi - ¿tiene experiencia cuidando a niños? - ella sonríe y yo no puedo evitar mirar sus labios.

Noelia: claro que si, he cuidado a muchos niños durante mucho tiempo. De pequeña cuidaba a mis primos pequeños y he tenido muchos trabajos de niñera - asiento.

Abraham: muy bien, y trae alguna referencia? - ella asiente y saca de su bolso unos papeles, los cuales me entrega.

Noelia: aquí tiene. Son de las familias de los niños que he cuidado hasta ahora - leo con atención y sonrío de lado.

Abraham: vaya... tiene bastante experiencia - la miro a los ojos y siento que se pone nerviosa - cuantos años tiene?

Noelia: 23 señor... - me quedo algo sorprendido, para tener esa edad, tiene bastante experiencia cuidando a niños.

Abraham: tiene hermanos? - pregunto curioso. Me estaba dando cuenta de que quería saber cosas de ella, me interesaba demasiado saber de ella y eso hacía mucho que no me pasaba con ninguna chica, ni siquiera con Jesica. Ya que eso solo me pasaba cuando me gustaba una chica y.... Alto ahí Abraham! A penas la conoces y va a ser la niñera de tus hermanos, además estas comprometido con Jesica y la quieres.... no?. Salgo de mis pensamientos cuando escucho la voz dulce de Noelia.

Noelia: no señor, soy hija única.

Abraham: bien, pues eso es todo. Por mi, esta usted contratada - le digo mientras le devuelvo sus papeles y la acompaño a la puerta - María la estará esperando el viernes a las 9 de mañana. Ella le enseñará la casa y podrá empezar a organizarse con mis hermanos. Yo estaré en la oficina a si que nos vemos el próximo lunes.

Noelia: muy bien señor, muchas gracias por la oportunidad. Hasta el lunes - me dice de forma dulce y con su bonita sonrisa y se va. Me quedo en la puerta y la cierro, me apoyo en ella y suspiro. - Noelia... - susurro y no puedo evitar sonreír al decir su nombre y al pensar en ella. Dejo mis pensamientos a un lado y vuelvo al trabajo. No sé por qué, pero ya tenía ganas de que llegara el lunes para volverla a ver.

La casa de los Mateo {AM}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora