La casa de los Mateo {AM}

Capítulo 12. Una gran noticia.

Narra Abraham.

Al día siguiente me despierto con Noelia durmiendo entre mis brazos. Tenia su cabeza apoyoda en mi pecho y con cuidado dejo que la apoye en la almohada, quería verla dormir. Sonrío al verla dormir tan tranquila y abrazandome por la cintura. Acaricio su brazo rozando con mis dedos su piel suave y voy subiendo hasta su mejilla, le doy suaves caricias con cuidado de no despertarla y subo más la sábana tampandola hasta su hombro. La miro y sonrío enamorado al recordar la noche de ayer, sin duda fue una de las mejores noches y más especial que he tenido en mi vida. El pasar una noche tan maravillosa y despertar junto a ella en mi cama, es una de las mejores sensaciones que he sentido hasta ahora y hoy más que nunca tengo claro que es la mujer con la que quiero pasar el resto de mi vida. Quiero tener mil noches de amor con ella, despertarme todas las mañanas junto a Noelia y formar una familia con ella. Sonrío al imaginarme a Noelia y a mi con nuestro hijo o hija. A ella le encantan los niños, no hay más que ver como trata a mis hermanos y se que ella será una gran madre, sin duda, la mejor madre para mis futuros hijos es ella, a parte de ser el gran amor de mi vida. Acerco mi cara a la suya y noto su respiración tranquila. Le doy un beso suave en sus labios y ella se mueve un poquito haciendo que la sabana se baje un poco. Nuestras piernas aún seguían entrelazadas debajo de la sábana.

Noelia: mmmm.... - susurra mientras se mueve, se abraza más a mi y sonrío rodeandola completamente entre mis brazos, sin duda, este momento y el de anoche con ella haciendo el amor era el más especial de toda mi vida. Le doy otro beso en los labios y sonrío al notar que ella me sigue el beso. Junto su frente con la mía cuando nos separamos, la veo subir la sábana por completo cubriendo su precioso cuerpo desnudo y esconde su cara en mi cuello. Sonrío tierno, sabía que le daba vergüenza y hago que me mire.

Abraham: ey amor, no tienes porqué avergonzarte... tienes un cuerpo precioso - le digo mientras acaricio su mejilla, tenía sus mejillas rojitas. - y lo que pasó anoche fue porque ambos teníamos ganas de demostrarnos el uno al otro lo mucho que nos amamos, algo que sin duda me encantaría repetir. - vuelve a esconder su cara en mis cuello y río tierno, beso su frente y ella me mira.

Noelia: fue maravilloso mi vida... - susurra acariciandome el brazo. - gracias, gracias por tratarme tan bonito como lo hiciste anoche, pero sobretodo por hacerme la mujer más feliz del mundo. - me besa y veo que sus mejillas se ponen rojas otra vez antes de que esconda otra vez su cara en mi cuello. - y que sepas que a mi también me encantaría repetirlo... - susurro en mi cuello y rio mientras la abrazo a mi poniéndome encima de ella con cuidado y nos tapo por completo quedando los dos debajo de las sábanas. Ella separa las piernas y yo me acomodo entre ellas, acaricio su mejilla y la miro a los ojos, le susurro que la amo y la beso acariciando su cuerpo tal y como me gustaba hacerlo mientras siento las manos de ella acariciar mi espalda y notar como una la deja en mi nuca. Lo que daría por que el tiempo se parara en este momento.

1 mes después.

Narra Abraham.

Era miércoles por la tarde y estaba en la oficina, hoy tenía mucho trabajo, tanto que ni pude tomar un descanso para ir a comer. Estaba mirando unas cosas en el ordenador cuando suena mi móvil, miro la pantalla, veo el nombre de mi hermano y lo cojo.

Abraham: vaya, hasta que te dignas a llamar. - escucho su risa y río yo también, apoyo mi espalda en mi silla. - qué tal por Miami hermano?

Tony: bien, muy bien. Ya casi estoy terminando la competición. Y... quiero que sepas que es la última que hago. - frunco mi ceño al escuchar eso.

Abraham: y eso hermano? estás bien? ha pasado algo?

Tony: no no, no ha pasado nada, todo está bien. - suspiro más tranquilo.

Abraham: bueno y entonces? como es que no vas a hacer más? si es lo que te gusta, fuiste a cumplir tu sueño.

Tony: si hermano, lo sé. Pero si te soy sincero no me siento bien aquí. No me siento bien al estar lejos de vosotros, el dejarte a ti solo con todo...

Abraham: Tony... no te sientas culpable. Lo que hiciste fue ir en busca de tu sueño y me siento muy orgulloso de ti, si yo hubiera estado en tu lugar también lo habría hecho así que no te sientas así. Aunque te echamos mucho de menos eso si.

Tony: lo se, y yo a vosotros... Por eso te llamo a estas horas. Porque en cuanto termine la competición vuelvo. - me levanto rápido de la silla al escuchar eso.

Abraham: que dices hermano?

Tony: que vuelvo a Madrid hermano, vuelvo con vosotros. - sonrío al escuchar eso. Después de más de dos años volvería a ver a mi hermano Tony. Hablo un poco más con él y le digo que me avise el día que vaya a volver. Sabía que para él era muy importante correr, desde pequeño le encantaba y por eso cuando murieron nuestros padres y quiso irse a cumplir su sueño, nunca me negué porque sabía lo importante que era para él. Pero si él tomó la decisión de no seguir, yo le respeto y me alegra saber que vuelve, que volveremos a estar los 6 juntos. Sin duda alguna, era una gran noticia. Llego a casa pronto para contarles a mis hermanos la noticia de que Tony volvía y también porque quería hablar con Noelia de una cosa. Mis hermanos me tiran al sofá cuando les digo la noticia, suben encima de mi gritando como locos de felicidad, al rato les dejo ir a jugar al jardín de atrás y yo busco a Noelia por la casa para hablar con ella. Al no encontrarla bajo a la cocina y veo a Maria.

Abraham: Maria, has visto a Noelia? Necesito hablar con ella pero no la encuentro.

Maria: ella salió cielo. Me dijo que iba a ver a su amiga Andrea.

Abraham: esta bien, la esperaré entonces. - le doy un beso en la mejilla a Maria y mientras espero a que venga Noelia, subo a mi habitación a darme una ducha y a cambiarme. Sonrío al pensar en lo que le quería decir.