Capítulo 38. Una buena noticia.

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Narra Abraham.

Me despierto temprano como todos los días y con Noelia a mi lado, sonrío feliz y enamorado. Me levanto con cuidado y me arreglo para ir al trabajo. Termino de vestirme y me acerco a Noelia, estaba completamente dormida. Anoche después de que la encontrara vomitando a las tres de la mañana la sentí dar vueltas en la cama, le costó volverse a dormir. Ahora estaba completamente dormida, sonrío acercándome más a ella hasta sentir su respiración tranquila. Acaricio de forma suave su mejilla y le doy un beso tierno en los labios antes de irme. Bajo al comedor y veo a mis hermanos desayunando junto con mi suegra.

Abraham: buenos días niños. - digo nada más entrar y me siento al lado de Elena. - buenos días Ana, has podido descansar?

Ana: buenos días Abraham, la verdad que dormí muy bien. Muchas gracias. - me dice con una sonrisa y yo me sirvo café en una taza.

Abraham: me alegro que hayas podido descansar, no me des las gracias. Estas en tu casa. - digo amable y con una sonrisa.

Cuando termino de desayunar me despido de mis hermanos, voy a buscar unas cosas a mi despacho y voy a buscar a Ana al comedor, tenía que hablar con ella de Noelia.

Abraham: Ana, puedes venir un momento por favor? necesito hablar contigo. - ella asiente y se levanta, salimos del comedor y vamos al salón.  - verás... necesito que hoy acompañes a Noelia al hospital. - ella a los segundos me mira con cara preocupada.

Ana: al hospital? porque? le pasa algo a mi hija?

Abraham: la verdad no lo sé Ana. Anoche la vi vomitando a las tres de la mañana y la vi muy pálida. Le pregunté si era la primera vez y me dijo que no, también me ha dicho que ayer por la mañana se desmayó en el hotel cuando fue a verte.

Ana: si, es verdad. Yo la vi muy pálida ayer pero me dijo que sería una bajada de tensión...

Abraham: lleva varios días sintiéndose muy cansada y desde ayer tiene mareos, está claro que algo le pasa. Por eso te pido que por favor la acompañes al hospital y que te asegures de que la atiendan bien. Me encantaría ir con ella pero hoy tengo mucho trabajo. - ella pone una mano en mi hombro y suspiro preocupado, tenía miedo de que Noelia tuviera algo malo.

Ana: tranquilo Abraham, yo iré con ella y estaré al pendiente de todo.

Abraham: cualquier cosa me llamáis vale?. - asiente, le doy un beso en la mejilla, me despido de ella y me voy más tranquilo al trabajo pero aún preocupado.

Narra Noelia.

Noelia: buenos días mamá. - digo cuando entro en el comedor y me siento a su lado.

Ana: buenos días hija, que tal has dormido?. - le doy un beso en la mejilla y ella me da otro.

Noelia: bien, me desvele a las tres de la mañana pero me volví a dormir. - me sirvo un vaso de zumo, iba a coger un trozo de bizcocho pero decido no hacerlo. Maria entra y coge las tazas que dejaron los niños de su desayuno antes de irse al colegio.

Ana: solo vas a desayunar un vaso de zumo?. - Maria mira a mi madre sin soltar las tazas de sus manos y después me mira a mi.

Noelia: si mama, no tengo hambre ahora mismo.

Ana: hija ya me estas preocupando. - la miro.

Noelia: mamá estoy bien de verdad....

Ana: que vas a estar bien. - suspiro dejando el vaso encima de la mesa, María no dejaba de mirarnos. - Abraham me ha dicho que anoche te vio vomitando, ayer te desmayaste en el hotel, en la cena de anoche no probaste bocado y hoy ni quieres desayunar. - coge mi mano y la acaricia suavemente. - hija.... no sabes lo preocupado que se ha ido Abraham al trabajo. - la miro a los ojos al escuchar eso. - me ha pedido que por favor vaya contigo al hospital y es lo que voy a hacer, porque esta claro que algo te pasa.

La casa de los Mateo {AM}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora