Capítulo 19 -Presente-

18 6 0
                                    

Eva se despertó sobresaltada, su respiración volvía a estar agitada.

—Laura... —el sollozo se formó, cuanto de menos la echaba. Se abrazó a sí misma ya con caudales cayendo de sus ojos —solo éramos nosotras.

Eran adolescentes, sabían tratar las cosas pero a su debido tiempo. A la gente había que dejarla pensar y pensar, había que dejar que estuviesen dispuestas a hablar, había que dejar florecer las emociones. Laura y Eva habían sido la tormenta perfecta y a la vez la más imperfecta, habían sido el amanecer y el atardecer más bonitos sin saber que al punto intermedio de su camino algo las separaría, la noche, la noche había sido para Laura y a Eva le había tocado vivir en el amanecer y el atardecer hasta que llegase su noche.

Miro el móvil, ningún mensaje, nada, movió con su mano el cabello para recolocarlo y miro a su cama, allí se acordó de la libreta de Laura.

—Puede que ahora tenga más valor para leer algo más... —susurro.

Temerosa acerco su mano a la libreta y la abrió. Se dirigió a la hoja donde se encontraba lo que había leído la noche anterior.

20 de diciembre. He dejado a Eva en su casa, pero no me dio un buen presentimiento, volví y la encontré frágil sobre su cama, olía a vómito, pero me lleve unas cosas que me pido y la lleve a casa. Vi su espalda al ducharla, vi su cuerpo... Me entraron unas ganas casi incontrolables de llorar el verla como estaba. Con los cortes, moratones, su falta de comida, sus ojeras, su palidez. Odio a la gente que le ha hecho todo esto.

21 de diciembre. Parece que ya está mejor, la intento cuidar lo mejor que puedo y distraerla (algo muy importante) la quiero mucho, no quiero que le hagan más daño...

22 de diciembre. Mi hermano ha vuelto a casa, cuanto lo odio. Se ha metido con Eva y conmigo. No quiero que Eva se entere de mis sentimientos, aunque sepa lo que ha pasado y todo sigo sintiendo lo mismo, la quiero demasiado. Odio que mi hermano lo sepa, me jode siempre con ese tema y ya me empiezo a cansar.

Cerró la libreta, de nuevo las lágrimas llenaban sus ojos. Dejo poco a poco la libreta a un lado de la cama y volvió a recostarse tratando de dormirse, dejando a su paso un charco de lágrimas sobre su almohada. 


------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------

A decir verdad este capítulo me dolió un poco escribirlo, aunque no mucho.

Espero que os haya gustado el capítulo.

Nos vemos en el siguiente! (también disponible)

PD: No os olvidéis de brillar nunca.

Un corazón roto ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora