Eva abrió la puerta, solo se oía el ruido de la televisión de fondo.
—Hola —dejo las llaves.
—Hola —oyó decir desde el salón a Evelyn, Juan y Carlos, se extrañó, pero no dijo nada más y subió las escaleras.
Seguía sin oírse nada, pensó que Laura podría estar enfadada con ella, así que toco temerosa la puerta, desde dentro la voz de Laura sonó enfadada, algo se revolvió en su estómago.
—Hola —dijo bajito, tenía miedo, pero la mujer le había dicho que dejase el miedo a un lado, pero aún era demasiado pronto para apartar el miedo.
—Hola —su tono de voz cambio al verla, cerró el libro y corrió hacia Eva para darle un buen abrazo — ¿estás bien cariño?
—Sí, necesitaba un poco de aire, no es más... —temió añadir lo que pensaba —no quería parecer que huía, lo siento mucho —no dijo lo de patética.
Laura se separó para quedar cara a cara.
—No ha pasado nada, entiendo que hayas necesitado aire y no me ha parecido que huías, tranquila —se tranquilizó un poco.
—Gracias —dudo en preguntar, pero al final lo hizo — ¿al final que ha pasado con tu madre?
—No ha pasado nada, solamente se ha sorprendido —sonrió radiante —me alegro mucho, de veras —Laura la besó pasando sus manos por su cintura atrayéndola hacía ella —si vuelve a pasar algo así sabes que te puedo ayudar, de verás —susurro justo antes de pasar sus manos calientes por el torso frío de Eva haciendo que se sobresaltase por el contacto repentino —no voy a hacerte nada, te lo juro por la tata —susurro de nuevo, Eva no dijo nada —necesitaba— tocar tu piel, necesitaba sentirte, necesitaba tocar, algo que no fuesen tus labios, ¿entiendes? —Eva asintió y Laura le quitó el chaquetón que le molestaba —te quiero mucho, no sé si te lo digo suficientes veces —enterró su rostro en uno de los hombros de Eva.
—Yo también te quiero cariño —paso sus manos por su pelo haciendo que los finos pelos de la cabeza de Laura se deslizasen poco a poco por sus dedos —mucho —le susurró.
— ¿Aunque puede que sea cáncer de páncreas y tenga que quitarme el pelo de la cabeza para que no me moleste? ¿Aunque puede que si es cáncer de páncreas tengas unas mínimas posibilidades de sobrevivir? —su aliento en el cuello de Eva hacía que se estremeciese, pero en ningún momento flaqueo ante sus respuestas.
—No me voy a alejar, aunque te quedes sin pelo, aunque sepa que tienes pocas posibilidades de sobrevivir, aunque sepa que puede que no haya un mañana, me voy a quedar.
—Bien, pues mi madre me ha dicho que le han llamado del hospital y que efectivamente las pruebas muestran que es cáncer de páncreas —lo dijo con una naturalidad que a Eva le sorprendió, pero le dolió mucho oír esas palabras.
—Lo siento mucho, de verás.
—No pasa nada, todo está bien si tú te quedas —le dijo al oído haciendo que a Eva el mundo se le viniese abajo con solo escucharla, sabiendo que en pocos segundos empezaría a llorar y así fue en menos de unos segundos por sus mejillas unas lágrimas hacían una carrera por ver cuál era la que llegaba antes a su destino, Laura la estrecho entre sus brazos y juntas lloraron.

ESTÁS LEYENDO
Un corazón roto ✔
Romance¿Qué pasaría si conocieses a la persona indicada, en el momento adecuado, pero la vida no os diese suficiente tiempo? Eva es una chica con muchos problemas y una visión pesimista de la vida, pero un día todo cambia cuando conoce a Laura, una ch...