Capítulo 58 -Pasado- (Eva)

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Volvemos a lo del día anterior, Laura sentada y Evelyn con la maquinilla en la mano, pero esta vez Laura no se niega.

—Puedes raparme.

—¿En serio? —dice sorprendida Evelyn

—Si mamá, en serio.

—Vale —dice después de enchufar la maquinilla —voy a empezar —Laura no dice nada.

Evelyn no tarda mucho en acabar de rapar a Laura, mira el pelo en el suelo y alguna lágrima cae, pero no dice nada, no emite ningún sonido, solo se le puede ver como deja que alguna lágrima caiga. Levanta la vista y me mira, yo me acerco y la abrazo.

—Ya ha pasado —le susurro justo antes de que rompa a llorar —te ves igual de guapa, siempre te verás guapa, no pasa nada —pongo mi mano en su cabeza y empiezo a acariciar —ya ha pasado —asiente, pero no dice nada, solo llora y llora en mi hombro.

—Laura, había que hacerlo —dice Evelyn que está detrás de mí, entonces la maquinilla vuelve a sonar y cuando nos damos cuenta Evelyn también se ha rapado la cabeza.

—Mamá —dice Laura a la vez que se levanta.

—Si tú lo pasas, yo también lo paso —dice antes de que se fundan en un abrazo y yo me quede expectante de algo que nunca haría mi madre por mí si me llegase a pasar algo así.

—Gracias mamá —y aquí es cuando yo salgo en silencio del baño y me voy al salón con Carlos.

—Hola —le digo a Carlos a la vez que me siento a su lado.

Levanta la mirada y apaga el móvil.

—Hola Eva —me sonríe —¿Qué tal?

—Bien —veo que me sigue sonriendo —siento mucho el haberos fastidiado a ti y a Iván la salida.

—No pasa nada mujer —pone su mano en mi hombro —pero sabes que puedes contar conmigo en lo que sea, ¿vale?

—Vale —le sonrió. Tengo el impulso de abrazarlo, pero me controlo —¿y qué te cuentas con ese chico?

—Nada en particular la verdad, a ver es el hijo de los padres de Mara, pero es todo lo contrario a ellos, tiene ambiciones, sonríe mucho, es bastante asustadizo, le gustan los videojuegos, la noche y poco más, es muy majo —me sigue mirando, pero ahora sus ojos brillan.

—¿Y no hay nada más? —le insinuó a punto de reír.

—No —dice levantando un poco la voz —a mí me gustan las chicas —me mira —pero tú no, tranquila.

—No, si tranquila estoy —reímos.

—¿Quién no? —dice Laura a mis espaldas.

—Pues que le he dicho que me gustan las chicas, pero que ella no —aclara Carlos rápido —¿Qué llevas en la cabeza? No me gusta —miro a Laura y luego vuelvo la vista a Carlos mirándolo enfadada por lo que acaba de decir.

—Pues a mí me parece que esta hermosa —me levanto del sofá y voy a abrazar y besar a Laura —como siempre —digo cuando ya la tengo abrazada y le he dado un beso —te quiero —vuelvo a besarla y Carlos sale del salón.

Laura empieza a reír un poco y acaba contagiándome la risa haciendo que las dos nos acabemos riendo con ganas.

—No soporta ver a la gente que se dice que se quiere —me mira feliz pero puedo notar que está un poco triste.

—Estas muy guapa —pongo una mano en su mejilla —como siempre, eso no va a cambiar.

—Pero mi pelo...

—Me da igual, para mí siempre vas a estar guapa —deposito otro beso —de cualquier manera.

—Gracias.

—¿Por?

—Por quererme —me susurra.

—Por eso no tienes que darme las gracias, cariño.

—Me da igual, yo te las doy igualmente —me atrae hacía ella un poco más y me mira sonriente —te quiero.

—Yo tambien —esta vez ella me da un beso.

Un corazón roto ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora