Un nuevo comienzo

1

Hannibal se paró detrás de Abigail, ambos contemplaron el cuerpo de Alana tirado en el suelo unos metros por debajo de ellos.

—Lo hice... Lo hice —murmuró Abigail, girándose para ver a Hannibal con una sonrisa nerviosa vacilando en sus labios.

El hombre le devolvió la sonrisa levantando la mano para acariciar su cabello.

—Estoy orgulloso de ti —admitió.

La niña se permitió relajarse en su agarre, se sintió segura cuando ambas manos del hombre sujetaron su cabeza por ambos lados. Se sintió querida por el monstruo en frente de ella incluso si fue por solo un momento.

Con un movimiento rápido, Hannibal giró su cabeza y le rompió el cuello dejando caer su cuerpo al frío piso. Azotó con un sonido desagradable.

La respiración de Hannibal se entrecorto por un segundo antes de volver a la normalidad

Bien, eso había sido un acto impulsivo.

Muy impulsivo.

Apretó los puños hasta que los nudillos se volvieron blancos. Estaba enojado.

Verla ahí, de pie frente a él, esperando algún elogio por haber cumplido su trabajo lo irritó.

Le recordó así mismo, los mismos ojos llenos de esperanza que le dedicaba a Will esperando un cumplido que casi nunca llegaba pero que Hannibal seguía esperando ansiosamente.

Anhelaba algún comentario positivo por parte de Will y, de las pocas veces que había pasado, se llenaba de una alegría infinita por haber sido reconocido por el hombre que había llegado a amar.

La traición de Will quemaba en su pecho como una dolorosa daga caliente, retorciéndose en su carne y destrozando su corazón.

Hannibal había planeado una vida para los tres, había esperado mucho por este día, estaba muy entusiasmado por llevarse a Will, para que finalmente fuera suyo. Incluso le había guardado a Abigail, la había envuelto como un regalo especialmente para él.

Cuando vio a Jack en su puerta, supo que Abigail iba a morir. La mataría frente a Will después de lastimarlo físicamente, tal vez lo apuñalaria en su hombro maltrecho, o tal vez destriparlo era su mejor opción.

Pero el deseo de matar a Abigail frente a Will desapareció tan rápido como su impulso destructivo.

—Lo siento, Abigail —dijo sinceramente—. No pude hacer un lugar para ti en este mundo

Dió media vuelta y se alejó para volver al piso de abajo.

Una última lágrima cayó del ojo izquierdo de Abigail, una lágrima de alivio que no alcanzo a desprender en sus últimos momentos de vida

Pese a que deseaba que Will llegara para rogar por el perdón de Hannibal, tal vez confesar su amor, la llegada del hombre más joven sorprendió al caníbal.

Parados uno frente a otro, el mayor de los dos avanzó para que estuvieran más cerca. Podía oler la desesperación y el miedo emanar de Will mezclado con una pizca de preocupación, ¿Preocupación por quien? ¿Alana, Jack... O tal vez el propio Hannibal? En silencio, esperaba que fuera la última opción 

—Esta traición... Es realmente cruel, Will —confesó en voz baja, permitiendo que su aliento chocará contra el rostro del otro hombre.

—No fui el primero en hacerlo —respondió Will en el mismo tono, su labio inferior temblaba—. Me incriminaste, me quitaste a Abigail... Dejaste que mi cerebro se quemara solo para ver qué pasaba.

Hannibal apretó su agarre en los rizos del hombre frente a él.

—Te deje conocerme, verme.

—Yo también... Y solo fui uno más de tus experimentos, Dr. Lecter.