El pintoresco pueblo exhibía calles adoquinadas y estrechas, con casas envejecidas de cálidos colores cuyas fachadas reflejaban el paso del tiempo. Cada ventana se adornaba con macetas desbordantes de flores, resaltando el encanto histórico que envolvía cada rincón.
La plaza central se encontraba rodeada de elegantes edificios, acogedores cafés al aire libre y encantadoras tiendas de artesanía. En las afueras del pueblo, un paisaje idílico se dibujaba con viñedos y colinas ondulantes. El verde paisaje se extendía hasta donde alcanzaba la vista, invitando a los visitantes a explorar la belleza natural de la zona.
Apartado de los viñedos, se encontraba una antigua estación de tren que, a pesar de no ser muy frecuentada por pasajeros, seguía funcionando. Principalmente utilizada por aquellos que trabajaban en Florencia, el tren aún llegaba a su destino, ofreciendo un medio de transporte confiable.
Sin duda, aquel lugar era de una belleza excepcional. Aunque la promesa de Hannibal de llevarlo al pueblo se había retrasado unos días debido a pequeñas discusiones entre ambos, había valido la pena la espera. Will, por naturaleza, era una persona solitaria. Cuando vivía en Wolf Trap, solía pasar semanas en casa durante las vacaciones de verano, sin salir a menos que fuera absolutamente necesario. Así que experimentar cierto placer por salir de casa era algo completamente nuevo para él.
Hannibal también parecía complacido con aquel paseo en particular, actuando como si fuera una cita, aunque la idea no era del todo del agrado de Will. Hannibal se comportaba como el perfecto caballero. Al subirse a la camioneta, Hannibal abrió la puerta para que Will pudiera entrar. A regañadientes, Will accedió y decidió devolverle el gesto cuando bajaran. Antes de que Hannibal pudiera estacionar por completo, Will salió del vehículo aún en movimiento para abrirle la puerta a Hannibal, quien le reprochó por su imprudencia, aunque con una pequeña sonrisa complacida.
En cada tienda que visitaban, Hannibal permitía que Will entrara primero, abriéndole la puerta y siguiendo el mismo patrón al salir. Will sospechaba que esto iba más allá de un gesto de cortesía; creía que Hannibal aprovechaba para mirarle el trasero.
Desde los primeros días en que se conocieron, Will había percibido la mirada deseosa de aquel respetado psiquiatra hacia su trasero. Con el paso del tiempo, esa mirada se volvía cada vez más descarada. Cuando Will se giraba para atraparlo, Hannibal disimulaba y apartaba la mirada. Aunque aún no había logrado atraparlo viéndole el trasero, estaba seguro de que lo haría en algún momento.
Durante su paseo por el pueblo, Hannibal aprovechaba para explicarle a Will la arquitectura e historia del lugar. Debido a que habían salido temprano de casa, se detuvieron a desayunar unos exquisitos cannoli acompañados de un buen café. Aunque Hannibal no disfruto su bebida, se contentó con observar a Will disfrutar con la comida.
Parecía que toda la tensión acumulada durante esos últimos días había quedado en la casa. Habían podido socializar como dos adultos sin necesidad de frases de doble sentido o gruñidos molestos por parte de Will. Se encontraba disfrutando la compañía de Hannibal, quien no había dejado de hablar. A pesar de ello, Will no le pidió que se callara, encontró cierto placer en su pretenciosa compañía.
Aprovechando su visita al pueblo, decidieron hacer las compras necesarias para abastecer su despensa. Will se sorprendió al ver un gran supermercado cerca de la plaza del pueblo, parecía ser el único en la zona, pero estaba bien surtido, ofreciendo una amplia variedad de alimentos exóticos que Will nunca había visto antes. Sin embargo, Hannibal pareció ignorar la mayoría de la comida y se dirigió directamente al pasillo donde se encontraban los condimentos.
—¿Cuál prefieres? — preguntó Hannibal mostrándole dos frascos que parecían contener comino.
—No sé, ¿el de la derecha? —respondió Will.

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Un nuevo comienzo
FanfictionEn vez de apuñalar a Will, Hannibal decide llevárselo con él a Italia incluso si Will no está de acuerdo. Will está indeciso acerca de esa desición. - En esta historia son versátiles. De no gustarte Hannibal bottom y aún así leer la historia, por fa...