Un nuevo comienzo

21

"Abigail Hobbs fue encontrada en el piso superior de la casa de Hannibal Lecter. La joven se presumía muerta desde hace varios meses, y se inculpó al agente especial Will Graham como su asesino. Will Graham fue liberado un tiempo después tras demostrar su inocencia... La noticia de encontrar a Abigail en esa casa fue una sorpresa para todos, ya que estaba en perfectas condiciones, a excepción de la ausencia de su oreja derecha… La causa de su muerte se atribuyó a una ruptura de cuello... A pesar de que ninguno de los sobrevivientes y víctimas de Lecter que estuvieron en la casa esa trágica noche ha revelado detalles, persisten sospechas de que Abigail estuvo colaborando con Hannibal Lecter"

La vista de Will se nubló por las lágrimas, lo que le impidió continuar leyendo en la pantalla rota de la tablet. Parpadeó varias veces para evitar que las lágrimas salieran.

Bajo el texto, se encontraban un par de imágenes adjuntas. En una de ellas, se mostraba el cuerpo de Abigail con el cuello torcido, desparramada en el suelo como un muñeco roto. Otra imagen revelaba una vista detallada de la ventana rota de la casa de Hannibal, donde presumiblemente Alana había caído. Will quiso reír de frustración, sintiéndose estúpido por no haber prestado más atención a las señales de que algo andaba mal. Abigail había sido quien tiró a Alana por la ventana, por eso la historia de Hannibal no concordaba.

Otra imagen mostraba en primer plano la cara de Abigail, los ojos y la boca entreabiertos. La imagen le provocó náuseas, y vomitó. Derramó todo su estómago en el suelo, sus piernas temblaron por el esfuerzo, apenas llegó al baño a tiempo para vomitar de nuevo, solo salió bilis que le quemó la garganta.

Will no supo cuánto tiempo pasó sentado en el piso del baño hasta que escuchó la puerta principal abrirse. Ahora más en control de sí mismo, salió del baño y recogió la tablet rota del suelo antes de bajar las escaleras.

Hannibal estaba en la entrada de la cocina, con su horrible traje café que Will había llegado a apreciar verlo puesto en él. 

—¿Estás bien, amado? Te ves pálido.

Will llegó frente a él, mostrándole la tablet, poniéndola en frente de su cara para que viera la noticia de Tattle Crime.

—¿Qué significa esto, Hannibal?

Hannibal apenas tuvo que echar un vistazo a la pantalla para darse cuenta de lo que estaba pasando. Sus labios se apretaron en una línea recta, y su expresión se volvió sombría antes de apartar la mirada de la pantalla rota. Will lanzó la tablet haciendo que se estrellara contra la pared, ya no era necesaria y además no era suya.

—No quería que te enteraras así — murmuró Hannibal con pesar en su voz.

—¿Me lo ibas a decir algún día? —Will preguntó con voz temblorosa.

—No.

Will exhaló profundamente, llevándose las manos a la cabeza y jalando su cabello como si quisiera arrancarlo. Intentaba desesperadamente encontrar alguna respuesta razonable, algo que no fuera simplemente insultos 

—Abigail, ella…

—Fingi su muerte al principio. Ella estuvo de acuerdo en dejar atrás su vida para aceptar una nueva vida, con nosotros como sus padres —explicó Hannibal sin esperar una pregunta—. Durante varios meses, la oculté en una de mis múltiples casas ajenas a mi verdadero nombre. La eduqué y entrené para nuestra nueva vida. La preparé para ti, la salvé por ti. Esa noche no íbamos a huir solo nosotros dos. Abigail estaba esperando por ti esa noche.

—Entonces, ¿por qué lo hiciste? — Will preguntó, pero la respuesta llegó a él sin necesidad de que Hannibal respondiera. Un escalofrío recorrió su espalda mientras las piezas del rompecabezas encajaban en su mente—. Lo hiciste porque pensaste que te traicioné, ¿verdad?