Caleuche

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En las sombras de la noche, el Caleuche aparece,
un barco maldito, un destino que envejece.
Un hombre valiente, audaz y temerario,
decidió desafiarlo, adentrarse en su escenario.

Con paso firme y corazón acelerado,
cruzó la pasarela, el umbral del pecado.
Las puertas crujieron, el viento aulló,
el Caleuche lo envolvió, sin compasión lo atrapó.

Las velas negras se alzaron en su honor,
y las almas en pena susurraban su terror.
El hombre, intrépido, buscaba una salida,
pero las puertas se cerraban, con astucia y artimaña.

Los pasillos oscuros, llenos de misterio,
parecían estirarse hacia un destino funerario.
La tripulación fantasmal, con ojos sin vida,
lo observaba con malicia, como una presa perdida.

El hombre sintió el frío abrazo de la muerte,
mientras la risa siniestra lo atravesaba en su suerte.
Las sombras lo acechaban, lo arrastraban hacia el abismo,
y en cada esquina, el peligro se hacía realismo.

Pero su voluntad no se quebrantó,
decidió luchar, aunque estuviera condenado.
Buscó en su interior la fuerza y el coraje,
y enfrentó al Caleuche, desafiando su linaje.

Los espíritus se alzaron en una danza frenética,
la batalla se desató, en una lucha poética.
El hombre luchó contra las fuerzas del mal,
hasta que el barco tembló, en su último final.

Las puertas se abrieron, liberando la luz,
el Caleuche fue vencido, ya no había cruz.
El hombre, exhausto y lleno de heridas,
abandonó el barco, con la vida aún prendida.

Escapó de las garras del Caleuche infernal,
una historia de valentía para contar,
Pero en su mente, siempre quedará grabado,
el terror de aquel barco, el mal desatado.

Chiloe, Mitología Del Miedo Donde viven las historias. Descúbrelo ahora