El Coo

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En la tenebrosa isla de Chiloé, donde el viento susurra el espanto,
Aleteaba un búho llamado Coo, en su nido de lúgubre encanto.
Con ojos de abismo y plumaje sombrío,
Este búho siniestro persigue a un humano, en un juego macabro y frío.

El hombre llegó inocente, buscando paz y amparo,
Ajeno a la mirada penetrante de aquel ser diabólico y avaro.
Coo lo observó en silencio, con su mirada inhumana,
Decidido a perseguirlo hasta la locura, a enterrarlo en la desdicha profana.

Cada noche, el búho acechaba en las sombras, con sigilo maligno,
Sus graznidos siniestros, resonaban como un eco de agonía y castigo.
El hombre, preso del miedo, perdía la cordura lentamente,
La pesadilla se apoderaba de su alma, maldiciendo eternamente.

En cada esquina oscura, en cada rincón maldito,
Coo emergía con su mirada infernal, sumergiendo al hombre en el abismo.
Susurros horripilantes, envenenaban su mente,
La presencia del búho lo consumía, lo llevaba a la demencia creciente.

El hombre rogaba piedad, imploraba un cese a su tormento,
Pero Coo, sediento de venganza, persistía en su cruel experimento.
La razón se desvanecía, su cordura se desmoronaba,
El búho victorioso, contemplaba su obra, su malévola jugada.

En la isla de Chiloé, el búho Coo se convirtió en leyenda,
Un ser maldito y oscuro, una figura diabólica que atormenta.
Y aquel hombre, perdido en su locura y desesperación,
Quedó marcado por la eterna persecución de Coo, en la oscuridad sin redención.

Chiloe, Mitología Del Miedo Donde viven las historias. Descúbrelo ahora