Galopando el caballero de lata.

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En la isla de Chiloé, donde el mar se despliega,
surge el Caballero de lata, leyenda que no se niega.
Con armadura plateada, un ser enigmático,
cabalga en su corcel, un espectáculo fantástico.

En Chacao y Linao, su figura se divisa,
un jinete sombrío, en la noche indecisa.
Su montura negra, con crines de resplandor,
un caballo de fuego, símbolo de su honor.

Su lata reluce, como joya encantada,
como los soldados de la época colonial pasada.
En los fuertes custodiaba, con valentía sin igual,
protegiendo el territorio, un legado especial.

El Caballero de lata, un enigma al mirar
su presencia evoca susurros de la noche sin cesar.
Ojos llameantes, reflejo de almas perdidas,
un espíritu errante, vagando en las vidas.

En las noches de bruma y niebla, su galope resuena,
un misterio que cautiva, una historia que condena.
Nadie ha vencido al caballero de armadura metálica,
un ser que desafía el tiempo, leyenda poética.

Chiloé vibra con su paso sigiloso,
la leyenda del caballero, un relato maravilloso.
Su figura en el horizonte, un poema en movimiento,
un enigma que se extiende, de Chiloé al firmamento.

¡Oh, Caballero de lata, misterio de Chiloé,
tu historia en rima se alza, con encanto y arrobo!
Eterno guardián de la noche, poesía en movimiento,
tu leyenda perdura, en verso y sentimiento.

Chiloe, Mitología Del Miedo Donde viven las historias. Descúbrelo ahora