Locura, el Mandao.

5 2 0
                                    

En las brumas de Chiloé, tierra oscura y misteriosa,
Donde habitan leyendas y sombras tenebrosas,
Un alma solitaria, envuelta en agonía,
Sufre el tormento del Mandao, trágica melodía.

Sus ojos rojos, cual brasas encendidas,
Y su pelaje gris, oscuro como la noche,
El Mandao acecha, se arrastra sin ruido,
Golpea el vidrio y susurra, siniestro, al oído.

La pobre alma despierta, sobresaltada,
Los latidos se aceleran, su mente atormentada,
El Mandao observa, con mirada infernal,
El terror lo invade, dejándolo al borde del mal.

Cada noche, la sombra se acerca más y más,
Sus alas aletean, despiadadas en su compás,
Golpes en el cristal, espanto que se adhiere,
El Mandao lo persigue, su cordura deshiere.

Las noches se vuelven pesadillas inciertas,
El pobre ser, ahora perdido entre las tinieblas,
Susurros en la oscuridad, voces que lo asedian,
El Mandao ríe, mientras el alma desespera.

El miedo lo consume, el pavor lo carcome,
El Mandao lo acecha, sin piedad lo domina,
Susurra en su mente, palabras de locura,
El alma ya no es suya, pertenece a la oscura.

Sus ojos, antes serenos, reflejan desvarío,
El Mandao, el verdugo, dueño de su albedrío,
Ya no queda esperanza, solo penumbra eterna,
El alma enloquece, vencida y taciturna.

En las brumas de Chiloé, un triste lamento,
El Mandao triunfa, y el alma sufre tormento,
En lo más profundo, donde los sueños se rompen,
La sombra acecha, el Mandao nunca se esconde.

Chiloe, Mitología Del Miedo Donde viven las historias. Descúbrelo ahora