Chiloe, Mitología Del Miedo

El inmortal Tacán

Bajo la luna roja, en la noche sin estrellas,
el Tacán sufrió horrores, quebrantaron sus huellas.
Una vez, le cortaron el corazón sin piedad,
pero su alma vengativa, nunca murió de verdad.

Otra vez, envenenado, su cuerpo retorcía,
agonizó por días, pero aún respiraría.
Un río embrujado, le arrastró con furia oscura,
pero su espíritu esquivo, renació con amargura.

Lo encerraron en una tumba, sellada con conjuros,
pero el Tacán se liberó, con poderes impuros.
Una lanza maldita, lo atravesó con saña,
pero su sombra malévola esquivo tal hazaña.

Lo arrojaron a un abismo, profundo y sin final,
mas su sombra volvió, de vuelta al mundo infernal.
Un ejército de valientes, con fuerza desmedida,
lo enfrentó con valor, mas la victoria fue perdida.

El Tacán, sin descanso, resurgía del averno,
su sed de venganza, alimentaba su invierno.
Intentaron mil maneras, de detener su avaricia,
pero el mal arraigado, negaba su partida.

Así, la leyenda sombría, continúa sin final,
el Tacán inmortal, acecha en lo ancestral.
Un ser malvado sin esperanza o redención,
Un ser malvado, como eterna canción.