Animas de cucao

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En los acantilados de Cucao en la bruma,
donde el mar se agita y aterra en su espuma,
resuenan lamentos de ánimas en desconsuelo,
claman al balsero, buscando paz y anhelo.

Suplican congoja y lloran en oscuridad,
susurros escalofriantes, eterna penitencia sin piedad,
Tempilcahue ignora sus tristes súplicas amargas,
ellas sufren, presas en un dolor que no se carga.

¡Oh, almas angustiadas, en sombras envueltas en el rincón,
susurran maldiciones, rencores sin solución!
Presas del odio y amargura en aflicción perpetua,
en Cucao vagan, sin descanso, su vida truncada.

Si escuchas su llanto, con cuidado mantén cordura,
jamás les llames "Ánimas de Cucao", alma pura,
pues en un año, la muerte llamará a tu puerta,
y en su coro de lamentos, serás parte de su ofrenda incierta.

En la bahía oscura, entre rocas y espuma helada,
las almas en pena buscan paz y redención anhelada,
claman en vano por su eterno descanso, sin tregua,
y tú, viajero, cuida tus pasos, evita su trágica saga.

Porque en Cucao, la desdicha se esconde en su esplendor,
y el destino cruel responde con su poder destructor,
no desees conocer su siniestro y macabro misterio,
o serás parte de su cortejo lúgubre, trágico y funerario.

Chiloe, Mitología Del Miedo Donde viven las historias. Descúbrelo ahora