En una isla oscura y misteriosa,
donde la niebla siempre es hermosa,
se alza una iglesia en la cima del monte,
donde el basilisco Chilote hace un horizonte.Sus escamas brillantes, negras y doradas,
reflejan la luz de las noches estrelladas.
Sus ojos, dos fuegos intensos y malignos,
despiertan temor en los más valentinos.El basilisco Chilote es guardián de la iglesia,
protegiendo su tesoro con feroz destreza.
Con sus garras afiladas y cola enroscada,
ningún intruso logra escapar de su emboscada.Su lengua bífida, como la de una serpiente,
hace temblar a aquellos que buscan el desafuente.
Su aliento venenoso, cargado de muerte,
encierra a los imprudentes en su propia suerte.Un grupo de jóvenes, audaces y osados,
decidió adentrarse, sin estar preparados.
Movidos por curiosidad y valentía,
ignoraron las advertencias con alegría.Las campanas de la iglesia sonaron con fuerza,
mientras los jóvenes llegaban en su travesía.
El basilisco Chilote los acechaba en las sombras,
esperando el momento de llevarlos a su agonía.Las puertas se cerraron con un estruendo,
y los jóvenes sintieron un escalofrío intenso.
La oscuridad abrazó sus almas asustadas,
mientras el basilisco avanzaba con su mirada.Sus garras rozaron sus rostros con cautela,
el veneno mortal se desprendía en su estela.
Los jóvenes cayeron uno a uno al suelo,
mientras el basilisco devoraba su anhelo.La iglesia se llenó de un silencio sepulcral,
solo se escuchaban los suspiros del mal.
El basilisco Chilote cumplió su designio,
con su veneno letal y su mirada de desafío.En la penumbra de la iglesia, se escucha su rugido,
un eco macabro de dolor perdido.
El basilisco espera, sediento de sacrificio,
mientras la oscuridad envuelve su dominio.
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Chiloe, Mitología Del Miedo
ÜbernatürlichesPequeñas historias de terror en estilo poético, sobre personajes mitologicos de Chiloe.