Chiloe, Mitología Del Miedo

Vilpoñi , maldición al abusador

En la sombra de la noche oscura,
los brujos de Chiloé tramaban su trama impura.
Buscaban al Vilpoñi para un propósito atroz,
vengar el maltrato que un hombre causó.

El padre cruel, de corazón oscuro,
abrumaba a sus hijos con un mal futuro.
Los niños inocentes, sometidos a su mano,
sufrían en silencio, sin un lugar sano.

Los brujos, con sus artes oscuras,
convocaron al Vilpoñi, criatura nocturna.
Le hablaron de la injusticia y del dolor,
y el ser mítico escuchó con fervor.

Con cautela y destreza, lo domesticaron,
y un pacto de venganza juntos sellaron.
El Vilpoñi, con ojos llameantes,
se convertiría en el caos del hombre prepotente.

Las noches se hicieron cómplices de la intriga,
mientras el Vilpoñi aguardaba en la penumbra amiga.
El padre malvado, ajeno al peligro inminente,
se adentraba en su maldad, cegado y ausente.

Los brujos enviaron al Vilpoñi en la oscuridad,
para atormentar al hombre sin piedad.
El ser mitológico, en su furia desatada,
hizo temblar al cruel, sin mirada.

El Vilpoñi susurraba pesadillas en su oído,
provocando al hombre un miedo desmedido.
Lo perseguía en cada rincón de su morada,
hasta que su cordura quedó destrozada.

El padre abusador, al borde de la locura,
suplicó a los brujos por una cura.
Pero el Vilpoñi no cesaba su ataque,
hasta que el hombre reconoció su error y su falta.

El maltratador, quebrado y arrepentido,
juró cambiar su camino perdido.
Los brujos, satisfechos, al Vilpoñi liberaron,
Pero con cautela a quienes maltrataron.

Los hijos, libres del yugo de su sufrimiento,
encontraron paz en su renacimiento.
Y el Vilpoñi, testigo de la justicia y el perdón,
cumplió su misión en aquel rincón.

La leyenda del Vilpoñi perdura en el aire,
recordando a los hombres la lección de aquel mensaje
Que el maltrato y la violencia nunca triunfen,
y que el amor y el respeto siempre mandé.