En un manicomio sucio y sombrío,
un abuelo habla, con voz sombría,
de la Cueva de los brujos, un lugar bravío,
donde su alma quedó perdida y fría.Caminaba una noche, sin miedo y sin ruido,
entre sombras danzantes y susurros ocultos,
hasta adentrarse en la bruma, donde el misterio fue crudo,
y en esa senda fantasmal, sus pasos quedaron inmóviles y tumultos.Allí, entre los árboles y el viento susurroso,
halló el abuelo una puerta, antigua y olvidada,
que se abría a un sendero oscuro, espantoso,
donde las sombras danzaban en una danza endemoniada.Una vez cruzada, la puerta desapareció,
la Cueva de los brujos lo recibió en su seno,
y el abuelo supo entonces, que jamás regresaría al redor,
su alma condenada a vagar en un limbo ajeno.Criaturas siniestras y susurros en la penumbra,
rodeaban al anciano, que temblaba sin cesar,
los brujos y brujas danzaban en la zambra,
mientras el abuelo, preso de terror, no dejaba de implorar.En la Cueva de los brujos, la noche es eterna,
y el abuelo lamenta su inocente curiosidad,
atravesó el umbral de esta tierra caverna,
su alma prisionera, sin esperanza de libertad.En el manicomio, su voz resuena con eco,
los enfermos escuchan, asustados y en vela,
sus ojos desorbitados, en su mirada reflejo,
el horror que aún carga, de aquella noche en vela.Así cuenta su historia, el anciano solitario,
la leyenda que lo atormenta, la Cueva de los brujos,
donde el tiempo se detiene, en un rincón funerario,
y el abuelo enloquecido, con su mente en la tenebrosa milicia.Y en el manicomio, entre susurros y sombras,
permanece el abuelo, en su cuarto olvidado,
en busca de paz, esperando que se disipen las obras,
de la Cueva de los brujos, el lugar maldito y embrujado.
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Chiloe, Mitología Del Miedo
ParanormalPequeñas historias de terror en estilo poético, sobre personajes mitologicos de Chiloe.